Mi Tormento Favorito©+18 [MCF#2]

C44

Amber POV

Me desperté a eso de la media noche, todavía me dolía la cabeza y a pesar de haber dormido al menos unas diez horas me seguía sintiendo cansada, me incorporé y vi a Evan dormido a mi lado, él también estaba cansado, me había acompañado al funeral de Emma y además permaneció toda la madrugada despierto para asegurarse de que yo finalmente pudiera dormir.

Traté de no moverme mucho cuando me senté sobre la cama pero no lo logré, Evan despertó y me sonrió ligeramente cuando me vio finalmente despierta, me acarició el hombro y se incorporó para sentarse a mi lado.

—¿Estás bien? ¿Quieres algo de comer?

Negué con la cabeza, me besó suavemente la frente, me vio al rostro todavía con preocupación.

—¿Cómo has dormido?

—Bien pero todavía me siento cansada.

—Tal vez deberías comer un poco, puedo preparar lo que sea.

No me parecía mala idea, aunque no tuviera hambre trataría de comer lo que fuera; nos levantamos juntos para ir a la cocina, yo todavía llevaba puesta la ropa que usé en el funeral, así que le pedí que preparara algo en lo que yo me cambiaba de ropa. En lo que buscaba en mi closet cualquier ropa cómoda, vi a lado de mi cama los regalos de Emma y el bebé que había envuelto el día de ayer, se me hizo un nudo en la garganta que no pude deshacer, me cambié lo más rápido que pude y salí de mi habitación.

Encontré a Evan preparando bocadillos de fruta, me senté en una silla cerca de la barra y él me ofreció jugo de naranja y los bocadillos recién hechos, empecé a comer lentamente y después me hizo compañía.

—Gracias por venir a hacerme compañía —susurré, sin poder subir la mirada, recordar cómo me encontró cuando llegó me hacía llorar otra vez —La verdad es que si te necesitaba y mucho, sin ti me hubiera puesto peor.

Levanté la vista y él al verme a los ojos sonrió, me agarró la mano y me dio un apretón suave pero firme.

—Claro que iba a estar aquí, no iba a dejarte porque sabía por lo que estabas pasando, siempre he tratado de estar cuando lo necesites, de verdad deseo poder quedarme hasta que todo esté bien.

—Sé qué haces el sacrificio por estar aquí y lo aprecio —le sonreí ligeramente, leyendo sus ojos, estaba todavía preocupado y no quería que se fuera creyendo que me dejaba en peligro —Me ayudaste demasiado ayer y hoy pero estoy consciente de que debes volver, por trabajo y responsabilidad.

—No me odies —me pidió con ternura, estudiando mi rostro para ver mi reacción —Pero en efecto debo viajar hoy en la madrugada ya que el trabajo está empezando y debo estar ahí.

Asentí, lo entendía pero por dentro me resultó doloroso, no quería perder su apoyo ni su compañía, iba a extrañarlo muchísimo porque no sería lo mismo pasar esta depresión yo sola, él me ayudaba a que el proceso fuera menos insufrible.

—No voy a odiarte porque tengas que irte, es trabajo, yo lo entiendo, no permitiré que te despidan, estás en el mejor momento de tu carrera.

Sonrió con fuerza y se inclinó para besarme la frente pero esta vez de manera más prolongada, me apartó el pelo de la cara y dejó su rostro muy cerca del mío.

—Estaré disponible en mi celular, cualquier cosa que necesites solo llámame, no dudes en hacerlo, por favor. Puedes pedirme lo que sea.

Le regresé la sonrisa con ternura, estiré su mano para que se acercara a mí pero él inmediatamente supo descifrar lo que quería, caminó hacia donde estaba y en seguida me abrazó, yo recargué mi cabeza en su pecho, cerré los ojos esperando que el dolor disminuyera y así pasó, el alivio fue inmediato, olvidé mi sufrimiento por los minutos que permanecimos abrazados sin decir nada.