C23

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Amber POV

El estudio de Sebastian era precioso, era espacioso, demasiado luminoso e incluso tenía un ventanal enorme de donde se podía salir para ir a un pequeño jardín dónde tenía una estancia que servía como comedero para aves y una fuente de piedra muy antigua, había una pared que llegaba desde el techo hasta el suelo y estaba lleno de libros, del otro lado una pared tapizada con cuadros  de muchos tamaños, no fue necesario preguntar quién era el autor, tenían su nombre en una firma elegante sobre una esquina.

Sebastian era una persona increíble, sabía mucho de arte, de pintura sobre todo de lo que yo podría aprender en medio año, estaba fascinada por las miles de historias que nos contó a mí, Evan y Audrey acerca de sus propias pinturas y lo feliz que fue al empezar a venderlos hace como cuatro meses, la mitad de ese dinero lo donaba a una fundación para personas con quemaduras y reconstrucción. Él sufrió mucho en aquel atentado donde casi le cuesta la vida, Evan tenía razón, Sebastian se vio muy afectado pues él mismo mencionó algo de eso y su compostura cambió drásticamente.

Decidimos volver al tema de las pinturas así que yo hablé sobre Lisa Hill quien de inmediato Sebastian reconoció, le hablé también de la fotografía y también quedó encantado.

—¿Desde cuando trabajas en el periódico de Chicago?

—Hace poco más de cinco años, la verdad es que hice mis prácticas ahí mismo y poco después de graduarme me contrataron. Llevo poco de que me ascendieran de puesto.

Sebastian sonrió, él había dejado de pintar en su lienzo, la verdad es que la habitación olía a pintura pero no era algo que desagradara, era una pintura suave que no provocaba incomodidad, además, la lluvia hacía que aquel aroma se esfumara por el ventanal que habían dejado entre abierto.

—Eso es increíble, eso quiere decir que has estado haciendo las cosas bien —sonrió, a pesar de las quemaduras de Sebastian en su rostro se veía atractivo, amigable, sobre todo su sonrisa, era linda y sus ojos grises tales a como los de su madre lograban hacerte olvidar su aspecto, también su increíble conocimiento y su humor alegre. —Me muero por ver tu trabajo, soy tan buen admirador de la fotografía como la pintura.

—Tus pinturas son increíbles —admití todavía fascinada de ellas, aquella pared era una obra de arte real, sus pinturas iban de paisajes hasta también de autorretratos, algunos supuse debían ser sueños, ideas abstractas. —¿Has hecho alguna clase de exhibición?

Sebastian sonrió todavía un poco más, todos estábamos bebiendo café del que Mónica preparó para nosotros, Evan se paseó por la habitación mientras nosotras hablábamos con Sebastian.

—Sí, una vez hace como un año pero fue algo muy íntimo, solo amigos y familia, pensaba hacer una pronto para recaudar fondos.

—Esta vez en Italia —comentó Audrey entre risas burlonas.

Sebastian se pasó los dedos entre su cabello rubio casi castaño, un poco ansioso.

—Sí, claro —le respondió con sarcasmo.

—¿Italia? —los interrogué, confundida.

—Vivo en una toscana en Italia —me informó ella —Le he dicho a Sebastian que debería venir a visitarme, a los italianos les encanta el arte, son muy aficionados. Vamos, deberías hacerla y quedarte en casa, así conocerías a Bill.

Sebastian hizo una mueca, estaba poco decidido pero Audrey era muy insistente.

—Audrey, preferiría  quedarme a trabajar y terminar los cuadros —le explicó con voz firme pero suave —¿Tal vez en navidad?

Mi Tormento Favorito©+18  [MCF#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora