¿Podemos rendirnos ahora?

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Las grandes esperanzas sobre un final feliz se desvanecen conforme las horas pasan y él no viene. Nunca viene, antes solía venir siempre a mí, había prometido siempre estar a tiempo cuando se trataba de mí, me prometió tantas cosas y ahora todas sus promesas se volvieron palabras huecas. Antes, antes, antes, a eso se reduce nuestro matrimonio en este momento, al antes, al pasado y a la felicidad que antes atesorábamos. Creo que eso nos mantiene aún juntos, lo felices que éramos antes pero ¿Cuánto más podremos seguir así? Yo me estoy cansando de esperar por él y que él no vuelva. Estoy cansada de ir a buscarlo, él también podría venir por mí. Estoy cansada de ser la única que parece luchar por este matrimonio, él dice que me ama y yo no dudo de su amor, yo dudo de las ganas que él tiene de seguir manteniendo este matrimonio. Tal vez solo unos años de felicidad es todo lo que tuvimos y ahora nos toca prepararnos para el funeral de nuestro matrimonio.

-Siempre supe que los finales felices no existen pero quería creer que por alguna razón yo podría tener uno. Un final feliz... que idiota fui.

¿Debería decirle que lo estaba esperando? Me pregunto si cuando él regresé debería decirle eso. Decirle que lo olvido, que rompió la promesa que me hizo esta tarde y no llegó a casa, que no fuimos a cenar como me dijo. Me pregunto si debería decirle eso o simplemente dejarlo pasar, después de todo no sería la primera vez que lo hago y tampoco creo que sea la última.  Él debería saber eso, él debería verlo. Varias noches discutimos por eso,  porque él está ausente, discutimos porque él no vuelve. Él se casó con su trabajo, él trabajo es más importante que yo ahora. Bueno, si soy honesta conmigo, todo parece más importante que yo ahora. Al principio yo entendía sus largas horas de trabajo, ambos somos muy competitivos y perfeccionista pero yo puedo hacer eso a un lado y centrarme en mi vida personal, en mi matrimonio, en él. Él lo dejó de hacer y se centró solo en el trabajo. Ambos tenemos carreras fantásticas y un matrimonio que naufraga.

Me sirvo un vaso de wiski y me vuelvo a sentar en el sofá, no me cambio el vestido. Le dije que me pondría un vestido verde y quiero que vea lo que se esta perdiendo por no volver. Quiero que me vea a los ojos y vea como me duele que me mienta y me deje sola en esta casa.

-Es por eso que no me quería enamorar, Nicolás, porque sabía que tarde o temprano mi amor hacía ti me iba a lastimar.

Siento que me pierdo con cada hora que lo espero, ¿Cómo caímos así? Nuestro matrimonio se siente a seis pies bajo tierra, ha sido enterrado con cada mentira, con todas las noches en velas donde lo esperaba despierta solo para ver a que hora él llegaba. Fue enterrado con la indiferencia. Y al mirar el reloj y ver que son las once y media, me siento cansada y sin ánimos de desenterrar nuestro matrimonio ahora. No puedo seguir haciendo esto sola.

-La vida nunca resulta como una planea. Los planes se desvanecen en nuestras manos, incluso los planes mejor trazados.

Lo conocí una tarde de otoño en el campus de Harvard, fue amor a primera vista, nos volvimos inseparables desde ese momento, él dice que supo que yo sería su esposa en el instante que me vio, yo le digo que él es demasiado soñador... así es como siempre contamos a los demás como nos conocimos, así es como planeamos contarles a nuestros hijos. Los hijos, tal vez ese es el problema, el hijo que nunca llegó a nacer, el bebé que murió en mi vientre hace mas de tres años, tal vez si había un problema entre nosotros en ese momento y no lo quisimos ver. Bueno, en ese momento teníamos mucho que lidiar con la pérdida de nuestro hijo como para tener que lidiar con algo más. Aquel bebé que no pude llegar a sostener entre mis brazos, aquel bebé que jamás llegó a decirme mamá. Los hijos han sido un tema tabú entre nosotros desde ese momento, e incluso aquel bebé es un tema tabú porque nunca hablamos de él. Aún guardo una pequeña caja con algunas cosas que compramos para él, la tengo guardada en uno de los rincones de mi armario pero me duele verla.

Por favor, no dejes de amarme ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora