Nadie más a quien culpar

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En la soledad de la noche, afuera del bar, me permito pensar en la primera vez que nos vimos. No puedo desear no haberlo conocido, mi vida sería diferente sin él. Pienso en todas las personas que están en mi vida gracias a él. A veces quiero creer que los hubiera conocido eventualmente pero en el fondo sé que no sería lo mismo. Eran sus amigos, eran suyos y con el tiempo también fueron míos. Pienso en Mark que es como el hermano que nunca tuve, en Vera su esposa, en Henry quién es mi roca. Henry que me ha dejado llorar en su hombro tantas veces que he perdido la cuenta, Henry que me consoló cuando le conté sobre Rose. Pienso en Sebastián mi buen amigo Sebastián, mi otro hermano perdido, alguien que ha sufrido igual yo, alguien que sabe lo que es no ser amado por tus padres, Sebastián que es mi persona. En Rafael que siempre logra ponerme de buen humor. Pienso en ellos y en todo lo que hemos pasado, en los buenos momentos y también en los malos. Todo eso no existiría si no hubiera conocido a Nicolás. Nicolás me ha dado muchas cosas buenas, me dio una familia, hermanas, hermanos, sobrinos y amigos. Nicolás me dio amor. Así que ha pesar de todo lo que hemos vivido no puedo desear no haberlo conocido por qué también hemos tenido buenos momentos, demasiados buenos momentos.

-Lo siento, Amelia, no sabía lo que había sucedido.-me dice Sam mientras se para a mi lado y me tiende una cerveza.

No soy una persona de beber cerveza, prefiero los tragos fuertes pero en este momento aceptó cualquier cosa que tenga alcohol.

-No es tu culpa Sam, esta bien

Resulta que Rose es la hermanastra de Sam, hija del nuevo esposo de la madre de Sam y la madre de él le pidió que la involucre en la boda. Así de pequeño es el mundo y así de grande es mi mala suerte.

-Él te ama, lo sabes ¿Verdad? Lo que sea que tuvo con ella, no significa nada.

-Y sin embargo yo estoy aquí sola y él esta ahí con ella.

-Estoy contigo y Nicolás no esta con ella, esta con Miranda.

Le doy una media sonrisa y choco mi cerveza con la de él. Sé que Nicolás esta ahí tratando de bajar a Miranda de la barra pero de todas formas no puedo evitar sentirme enojada porque ella esta ahí.

-Deberías seguir tu corazón y volver con él, luchar por lo que tienen. Su relación es especial.

-No es tan fácil. A veces el amor no es suficiente.

-Bueno, me voy a casar, quiero saber que dos personas pueden estar juntas y amarse por siempre.

Me abstengo de decir que todas las personas antes de casarse creen eso, que su amor será eterno pero es después del matrimonio donde viene la verdadera lucha, donde viene el desafío. En donde el amor es puesto a prueba por que la vida no es un jodido cuento de hadas y hay que trabajar por la felicidad.

-Creo que deberías seguir tu corazón.-me dice Sam.

-No puedo.

-¿Porqué?

-¡Él rompió mi corazón! Y aún duele, dolió tanto hace meses que tuve que irme lejos para intentar aliviar el dolor. Aún duele, aún no logró sanar y no soy tan fuerte como todos creen, no creo poder soportar pasar por eso otra vez. Y además, antes de Rose, antes de todo eso, yo había roto su corazón.

Muevo la botella de una mano a la otra sin saber que hacer. Un ambiente pesado cae sobre nuestros hombros y me siento mal por cargar a Sam con mis problemas, él esta a punto de casarse y lo último que debería escuchar es lo complicado que es el matrimonio y como a veces el amor no lo puede salvar. Por suerte en ese momento salen Miranda, Gianna y Nicolás.

Por favor, no dejes de amarme ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora