Un corazón roto
Dos palabras que ya no se dicen
Dos manos que ya no se vuelven a sostener
Dos personas que se supone estaban destinadas a ser
Y te despiertas un día y te das cuenta que tienes que decir adiós, dejar ir a esa persona. Te das cuenta que eres la única que estaba intentando que eso funcione y que a la larga estas cansada de ser la única que intenta. No es fácil dejarlo ir, es la primera persona que me dijo te amo, es quién me hace sonreír en mis días malos. Y quiero llorar y gritar porque este no se supone que era el plan, porque así no debían ser las cosas. Se supone que estamos destinados a estar juntos y ahora el destino se ríe en mi cara. Se burla de las falsas esperanzas, se regodea en mi desgracia. Si tan solo él hubiera intentado un poco, él es el soñador, él tenía que ver que el sueño se estaba volviendo una pesadilla, que ya no había risas en nuestra casa, ni música en las mañanas. Que ya no hablábamos, que incluso nuestras peleas se detuvieron. Él tenía que ver que estábamos colapsando. Pero él decidió mirar hacía otro lado y seguir creyendo que teníamos tiempo, que nuestro amor nos podía sostener. Él no entendió que es fácil hacer promesas y decir votos, que la parte difícil viene después, cuando hay que cumplir tales votos, cuando tienes que luchar por mantener tales promesas. Pero él no lo intento, bueno tal vez lo hizo al inicio y luego se cansó, dejo de intentar mantener las promesas, dejo todo en manos del amor que sentíamos y todo empezó a colapsar.
Un viejo poema de amor
Dos corazones rotos
Paso mis dedos por mis argollas sin saber como continuar. No se suponía que nuestra historia tenga un final, que en algún momento yo llegué a contemplar la idea de dejar de usar estas argollas. He visto a muchas parejas derrumbarse frente a mí cuando la hora de firmar un divorcio llega y es que nadie entiende lo difícil que es. Algunos creen que lo difícil es la repartición de bienes y tal vez lo es en algunos casos, pero la peor parte es firmar en esa línea. Lo sé. Cuando te casas jamás imaginas un final, te imaginas junto a esa persona por todos los días hasta la eternidad, mientras te casas, los días malos no pueden ser tan malos y sientes que nada los puede separar. Los divorcios son difíciles, es decir adiós al sueño, a la persona con la que pensaste pasar el resto de tu vida. Porque aunque tu matrimonio sea corto, mientras te casabas imaginaste tu vida junto a esa persona y decir adiós a eso no es fácil. Por eso me dedico a los divorcios, me gusta de alguna manera hacer más llevadero ese momento. El divorcio es aún peor cuando aún hay amor por una de la de las partes, ver eso es devastador y yo me consolaba sabiendo que yo no tendría que pasar por eso porque había alguien que me ama, alguien que siempre estaría ahí para mí. ¿Ahora cual será mi consuelo?
Tres canciones de desamor
Cuatro horas de lágrimas
Él me pide que luchemos ¿Qué quiere salvar? El barco ya se hundió, ya nos ahogamos en este mar de indiferencia. Él dejo de venir, yo dejé de esperarlo. No hay nada que salvar, él dejo que el barco se hunda, él no hizo nada para salvarnos. Me duele eso, saber que él pudo haber hecho algo y no hizo nada porque creía que teníamos tiempo. Él dejo de ver incluso lo mucho que yo intentaba y a mí me dolía ver como él no hacía nada. Lo amo y por eso lo intentaba más, se lo dije varias veces, le dije que estaba cansándome de estar sola en la casa, de ver como no llega a casa, de esperarlo. Se lo dije y el prometió cambiar pero las cosas siguieron igual. Era una sensación agridulce cada vez que él me decía que me ama, sabía que era verdad pero al mismo tiempo me molestaba que él dejará todo el peso de nuestro matrimonio sobre ese amor que siente por mí. Estoy enojada, herida, traicionada y enojada, supongo que es porque aún me importa. Si no me importara todo sería más fácil, no me dolería el pecho al pensar en lo que vamos a perder. Si no me importará sería indiferente a lo que va a suceder, a su dolor, a todo lo que esta pasando pero aún me importa y eso me molesta.
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Por favor, no dejes de amarme ✔
RomanceCuando el cura dijo: Hasta que la muerte los separe. Nadie me advirtió que la muerte vendría en forma de una secretaria piernas largas y cabello castaño. Y que en menos de tres meses el hombre que juró amarme para siempre se "enamoraría" de ella tir...