Cápitulo 9. ¿Felices por siempre?

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Todos los días era el mismo día normal y ordinario.
Los niños jugaban afuera y disfrutaban el amanecer, mientras que sus tutores los vigilaban, se sentían como una feliz familia a final de cuentas, pues después de 5 años pudieron manejar la responsabilidad de ser padres y quizás lo sigan haciendo hasta que ellos salgan del nido. Este cuento puede terminar con un felices por siempre ¿no?

Que lástima.
Es una pena que no todo sea felices por siempre al final, que pena.

De la nada el buen amanecer se tornó a un rojizo ruby, los niños estaban confundidos al respecto y uno que otro tenía el presentimiento de que algo malo les iba a arruinar esta hermosa mañana familiar. Luego del silencio llegaron los gritos y lamentos de la gente de Ciudad Cubo, todo estaba siendo destruido sin motivos por un enemigo que no se podría percatar a simple vista.
Los Compas se miraron entre si, y sin pensarlo dos veces tomaron a los infantes para esconderlos: Ninguno podía comprender que estaba sucediendo ¿Porqué los escondieron? ¿Porqué se están yendo? ¿Acaso los estaban abandonando?

Ninguno hizo caso a las indicaciones de esconderse, Spartor fue el primero en salir de ahí después de escuchar los gritos suficientes como para acudir a la ayuda. Los otros niños le siguieron el paso pero para poder cuidar sus espaldas y de que nadie muriera.
Corrieron con todas sus fuerzas hasta llegar al estruendo, pero apenas llegaron algo los detuvo; del cielo se escuchó una pequeña melodía, y luego, nada se vio después. Una luz blanca cubrió toda ciudad cubo.

. . .

Los 5 niños se levantaron con uno que otro rasguño, miraron a sus alrededores para buscar a algún sobreviviente, pero no había nadie, es como si todos hubieran desaparecido de repente. Uno de ellos, Mikellino, reaccionó rápido al ver que no había nadie  y de inmediato se preguntó ¿Dónde estaban sus padres?

'' ¡Hay que dispersarse por todo el lugar! Tenemos que encontrar sobrevivientes y a nuestros padres .. ''

Y así fue, entre todos comenzaron a buscar a la gente de ciudad cubo, desde los escombros hasta lugares donde pudieron haber sufrido heridas. No había nadie.
4 de 5 niños regresaron al punto de encuentro, el centro de ciudad cubo. Vieron al líder, mikellino, arrodillado delante de algunos cuerpos; todos fueron de inmediato a ver de quienes se trataban, un silencio se hizo de inmediato.

Eran sus padres
Pero ya no había señales de vida en ellos, sus cuerpos estaban mal heridos y todos eran de un color blanco y grisáceo, como si alguien les hubiera quitado su escénica de vida.

Mayictor fue el primero en romper en llanto, luego los demás lo hicieron, alguien se había llevado lo que más querían en su mundo.
Los llantos se apaciguaron un poco cuando de repente llegaron otras personas para ayudar, Acenix y Jon venían acompañados junto a Francisco. Al principio se alegraron por ver a los niños y se acercaron para darles un abrazo, típico de las reuniones cuando no vez a alguien desde hace mucho tiempo, pero al notar que sucedió simplemente se formó un entorno de tristeza entre todos.

Los Compas habían muerto.
Pero por lo menos, murieron siendo victoriosos.

¿Pero a qué costo?
Al costo de dejar huérfanos a 5 niños.

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