Journey.

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Miércoles 08 de diciembre del  2020.

Sofía.

Me encontraba esperando que Lauren saliera de la ducha. Estábamos a unas horas de salir hacia el aeropuerto, viajaríamos a Los Ángeles para pasar nuestras vacaciones allá, me parecía perfecto, quería pasar tiempo con mi familia, aunque ya tenía una, Lauren era mi otra familia.
Llevábamos casí un año saliendo y viviendo juntas, todo era mágico, saben, en todo este tiempo no he dudado para nada sobre mis sentimientos hacia ella. Sólo la quería a ella en mi vida, Camila llegó a buscarla hace tiempo, no puedo explicar lo que sentí cuando mi amada la rechazó dejándole claro que ahora estaba conmigo y me amaba. No somos de publicar cualquier cosa que suceda entre nosotras en las redes, simplemente me gusta que nuestra relación tenga privacidad, compartimos uno que otro momento normal cada mes, pero nada más.
No he sabido nada de Chloe, pero para ser honesta me da igual, simplemente creo que ella debió encontrar o ya tenia a alguien más. En fin. Es su vida, ¿no? Yo ya no soy parte de ella.

—¿Por qué tan pensativa, señorita?—me pregunta Lauren sentándose a mi lado mientras me daba un beso.

—Porque siento que cada día te amo más.—sonreí.

—Eso es bueno para mí, ángel.—acarició mi mejilla.

—¿Así? ¿por qué?—le pregunto.

—Porque eso hará que no me dejes.—Me abrazó.

—Jauregui, yo no te dejaría.—Sonreí. —Bueno, vamos que se hace tarde y hay revisiones de maletas en el aeropuerto.

—sí, vamos. —Tomamos las maletas y las subimos al taxi, llegamos al aeropuerto, efectivamente había revisiones.

—Por favor, dime que no traes marihuana en alguna maleta.—le digo en vos baja.

—Claro que no Sofía, ¿qué me crees?—me pregunta haciéndose la ofendida.

—Pues porque te creo, por eso te pregunto. —reí dejando un beso en su mejilla.
Subimos al avión después de una hora, me tocó el lado de la ventana, me recargué en el respaldo del asiento y cerré mis ojos, sentí la cabeza de Lauren recostandose en mi hombro. ¡Dios! Amaba a esta mujer y no tenía miedo de gritarlo al mundo.

—Angel, despierta.—escuché la vos de Lauren, parpade varias veces y sonreí al ver a mi bella novia frente a mí. —Hemos llegado.—me dice mientras me pongo de pie para bajar del avión. Que raro se siente volver. Después de casi un año.

—Jauregui.—la estiré dándole un beso en los labios. —Koishiteru.—le sonreí.

—Koishiteru, mi Sof.—me devolvió la sonrisa mientras tomaba mi mano con su mano libre, con la otra llevaba su maleta.
Koishiteru, era una palabra japonesa que Lauren y yo veníamos usando desde hace dos meses, cuando decidimos que queríamos estar juntas toda la vida, Koishiteru era como decir te amo y al mismo tiempo decirle, eres con quien quiero pasar toda mi vida.
Llegamos a mi casa y mi familia corrió a recibirnos, Pau, mi papá y mamá. Tenía una familia maravillosa.

—Las extrañamos mucho, pero que bueno que ya están aquí. —sonrió Pau mientras nos sentabamos en la sala.
El sonido de mi teléfono interrumpió nuestra reunión, me disculpé y salí a la cocina para responder la llamada, que era raro, una llamada de Kenny, sí, Kenny Ortega. Esto es nuevo.

—¡Sofia!—exclamó haciéndome reír por lo bajo.

—Kenny, qué tal.—hablé un poco confundida.

—Tengo un proyecto para ti y los demás chicos.—habló, ¿a qué se refería con 'los demás chicos'?

—Amh, ¿me contarás ahora?—le pregunto.

Grey Area. |Dofia|#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora