1. NI EN UN MILLÓN DE AÑOS

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¡Hola!

¡De vuelta con otro Starker! Tenéis que echarle la culpa a @MmePontmercy , ya que ha sido quien me ha insistido en escribir un fic con esta temática tan... WEIRD!!!

Me he limitado a hacer sus sueños realidad '^^ 

Fic intensito con mucho smut, o al menos más de lo que mis fics suelen contener, que me he dado cuenta de que suele ser MUY POCO en comparación con mi sucia mente.


¡Disfruten!


Eider


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Tiró de la telaraña para afianzar las vueltas que había dado sobre los ladrones, dejándolos completamente atados, espalda contra espalda, en el suelo de la entidad bancaria.

—Os lo pensaréis dos veces antes de intentar atracar otra vez—les dijo, triunfal, girándose hacia el director del banco, un hombre trajeado y hecho un flan que terminaba de dar el aviso a la policía a través de su teléfono móvil.

Incluso las personas que menos lo aparentaban, como aquel señor cincuentón de casi dos metros de altura y espalda ancha, se mostraban ridículamente amedrentadas cuando dos personajillos como aquellos escuchimizados ladrones sacaban un par de armas y apuntaban contra ellos.

Era normal tener miedo y echarse a llorar como un crío. Pero Peter no lo tenía, a pesar de sus veinte años de edad.
Peter Parker guardaba un secreto que sólo conocían unos cuantos afortunados.

Él era Spider-Man, el héroe más amistoso de Nueva York, que velaba por la seguridad en sus calles y se deslizaba por los edificios mientras los transeúntes sonreían y lo señalaban.

—Ya está—le dijo el director, soltando un bufido de alivio cuando colgó. Aún le temblaban las manos—. Vienen de camino.
—¡Estupendo!—Dio una palmada, feliz de su nueva hazaña, y miró a los ladrones—. ¿Lo habéis oído? Vienen a haceros una visita.
—Cállate la puta boca, niñato insufrible—masculló uno de los ladrones, que aún tenía puesto el pasamontañas negro y deshilachado.
—¿Has dicho una palabrota?—le preguntó el arácnido—. Oh, oh. Eso está muy mal. Calladito estás más guapo.

Dicho esto, le lanzó una telaraña a la boca, que se adhirió contra la misma a modo de mordaza.

Un estruendo los asustó a todos, incluido a Spider-Man.

Alguien acababa de entrar por la puerta del banco, sin ni siquiera abrirla, provocando un estallido de cristales por doquier.
Cuando miró, Spider-Man se palmeó la frente.

—Dios, no...

Era Deadpool.

—¡Quieto todo el mundo!—gritó.

Apuntó con sus dos armas hacia el frente, mirando en todas direcciones. En su paneo visual, de izquierda a derecha, sólo encontró a un par de hombres atados en el suelo, al superhéroe conocido y al director del banco semi escondido tras su propio escritorio.

—¿Dónde están los malos?—preguntó, señalando con la pistola a los maniatados—. No me digas que son estos dos fideos.
—Sí, Deadpool—respondió Peter, señalándolos—. Iban armados, pero ya me he hecho cargo de ellos.

Se acercó al mercenario y tiró de su brazo, empujándolo hacia el boquete que sustituía a la puerta de entrada.

—¡Ah, mocoso!—exclamó él, dejándose arrastrar—. ¡Qué rápido! ¡Y menudas ataduras!—Señaló a los ladrones—. ¿Eso significa que ya podemos ir a cenar chimichangas?
—No puedo.

El novio de tía May (Starker) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora