El novio de tía May (Starker) [+18]

5. UN POCO DE DIVERSIÓN

Publico este capítulo protegiéndome detrás de un muro, porque sé perfectamente que habrá tres grupos de lectores que me querrán matar:

1. Los que odien que sea tan corto 
2. Los que odien lo que escribo en él
3. Los que odien ambas cosas

A todos vosotros, (sobre todo al grupo nº2), recordaros que todo lo que acontece es progresivo y no definitivo, que la historia tiene que fluir hacia donde todos queremos y SABEMOS que va a fluir, y que nada ocurre sin ninguna razón. Todo tiene un porqué.

Así que pido calma, amor y paz. Nada más ^^

¡Se os quiere!

Eider

—Señor Stark. Hay algo que me gustaría hablar con usted.

El mayor desvió la mirada del traje del chico, soltó las herramientas y le clavó sus ojos café.

—Dispara.

Peter tragó saliva con dificultad. La situación le producía demasiada tensión, resecándole la boca, y la mirada fijadora del genio no ayudaba precisamente a tranquilizarle.

Pero tenía que hacerlo.

—Se trata de mi tía—dijo, intentando sonar lo menos amedrentado posible.
—¿Le ocurre algo?—se preocupó Stark, frunciendo el ceño.
—No. No, está bien, pero... Quiero saber qué intenciones tiene con ella.

La mueca de Tony se relajó hasta tal punto que acabó convirtiéndose en una sonrisa.

—¿Qué eres, su chulo?—le preguntó—. Es broma, no me mires así.
—Sé que anoche durmió con ella—respondió.

«Y lo que no es dormir, pero no me veo capaz de decirlo claramente»

—Señor Stark—siguió—. Sólo quiero asegurarme de que no le está creando ilusiones, que no es sólo una conquista más en su larga lista y, si lo es, que al menos se lo haya dejado claro.

Tony continuaba sonriendo, pero esta vez no lo hacía con sorna.

—Es enternecedor que protejas así a tu tía. Simplemente nos divertimos, sin compromisos de momento. ¿Te parece mal?
—¿Qué? No—mintió, nervioso—. Quiero decir... May se merece disfrutar, como todo el mundo, pero tengo miedo que le hagan daño.

«El daño colateral que podáis hacerme ambos no importa, porque lo desconocéis. Pero no quiero que ella salga lastimada.

—Por eso no te preocupes, Underoos—le aseguró Tony—. Está en buenas manos.

Dicho esto, le guiñó un ojo y continuó trabajando.

Las citas entre May y Tony se iban repitiendo periódicamente.
Peter lo sabía porque ella había tomado la decisión de mantenerle al tanto de ello.