|La hermana menor de Goku 2|

44."¡Te estábamos esperando, Majin Buu!"

《Capítulo 44_"¡Te estábamos esperando, Majin Buu!"》

[Narrador Omnisciente]

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|Habitación del Tiempo|

-Se siente mucho calor dentro de este cuarto.-comentó Trunks, observando a su alrededor. La temperatura le hacía recordar vagamente a los niveles mínimos de la cámara de gravedad de su padre-¿No habrá aire acondicionado?

-Se nos olvidó preguntar eso y dónde guardan la comida.-respondió Goten, dando unos pasos hacia adentro de la habitación para ver todo con detenimiento.

-Bueno, ya lo descubriremos, no creo que este sitio pueda ser tan malo.-espetó Trunks, encogiéndose de hombros. Aquel se volteó hacia Goten con media sonrisa y levantó uno de sus puños-Ahora, ¡hay que entrenar para derrotar al gordo de Majin Buu!

-¡Sí!-contestó Goten, imitando la acción de Trunks-¡Tenemos que vengar a todos!

-Tenemos un buen tiempo, pero tenemos que empezar ya.-sentenció Trunks-Así nos haremos fuertes más rápido, y cuando más pronto lo derrotemos, más rápido reviviremos a quienes haya asesinado. Y entonces, cuando todo vuelva a la paz..

-¡Iremos a esa montaña rusa!

-¡Exacto!

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-Hay que preparar la nave.-murmuró Sharotto. Tanto ella como Kamusha estaban observando a Majin Buu desde lejos, recostados en los pilares del templo y atentos a cada uno de sus movimientos. Habían pasado treinta minutos y el demonio rosa no estaba haciendo nada además de ver el reloj.

-Lo sé. Pero nuestros cadáveres serán su trofeo, no nos dejará irnos tan fácilmente.-respondió Kamusha, con los brazos cruzados-Si Gotenks falla, el trabajo será nuestro. Hay que ver cuánto podríamos contenerlo para que los demás escapen.

-Oigan, ya verán que todo saldrá bien.-dijo Videl, acercándose a ellos. Todos los habitantes del Templo se encontraban ahí, nerviosos por la presencia de Majin Buu pero pendientes de la conversación de los saiyajins-Gotenks se encargará de él y no tendremos que huir.

-Aún si Gotenks logra hacerlo, y esperemos que así sea, esa pelea va a sacudir el planeta entero.-explicó Sharotto calmadamente, mirándola de reojo-Majin Buu no se contendrá, y a penas comiencen a pelear, no estaremos seguros aquí. Además, acostumbramos a tener un plan de emergencia. Costumbre ilariana.

-Y hablando de eso, si las cosas no funcionan, necesito a dos pilotos.-habló Kamusha-Si tenemos que pelear contra él, entonces alguien debe ocuparse de que la nave pueda escapar.

-¿¡Planean enfrentar a Majin Buu!?-exclamaron Milk y Bulma al unisono.

-Sip.-respondieron de la misma forma los saiyajins.

-Nuestros poderes no son como los de Gotenks, pero si hipotéticamente hablando tuviésemos que hacerlo, nos podríamos arreglar.-espetó Sharotto-Podríamos frenarlo lo suficiente para salvarnos. Yamcha, Bulma, ¿creen poder manejar tecnología ilariana?

-Si se trata de conducir una nave, yo creo que podría.-afirmó Yamcha-Cuando estuvimos con Yoshino, él tuvo la oportunidad de comentarme que el funcionamiento de sus naves no es tan diferente al de las nuestras.

-Entonces cuento con eso, pero de todos modos necesitas un copiloto.-indicó Kamusha.

-Yo puedo hacerlo, nos sabremos arreglar.-respondió Bulma.

-Bueno, al menos ya trazamos el plan B.-comentó Sharotto, colocando sus manos en sus bolsillos.

Tan pronto como acabó de decir esas palabras, un furioso grito resonó en todo el templo, acompañado de una enorme cantidad de energía que lo sacudió todo a su alrededor. Los pilares del Templo temblaron y fragmentos de piedra cayeron de las grietas del techo. La corriente de energía fue tan repentina que se sintió como un brusco empujón para los humanos y una especie de golpe de aire para los más fuertes.