[AVISO IMPORTANTE:Esta es la secuela de "La Hermana Menor De Goku", historia que puedes encontrar en mi perfil. Te agradezco tu atención y espero que disfrutes la lectura, y si decides leer la historia, además de agradecerte espero que gozes lo que...
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[Narrador Omnisciente]
Cuando Vegetto-quien fácilmente habría sido fusión más poderosa jamás vista- fue absorbido vulgarmente por aquel demonio, dando lugar a una nueva transformación, fue la primera vez que Majin Buu sintió temblar a los soldados ilarianos, que lo observaban presos de la estupefacción y del horror.
Sus ropas cambiaron y se transformaron en las de Vegetto, con la única diferencia de tener el pantalón del gi de color blanco. Sus facciones se endurecieron, dándole una apariencia tosca. Y en cuanto al poder ganado, el demonio hizo temblar el planeta sin ningún esfuerzo. Su ki aumentó de forma tan drástica que el suelo se destrozó, abriendo enormes grietas del tamaño de acantilados, despedazando el subsuelo hasta convertirlo en polvo, dejando que emergiera el agua que se mantenía debajo de ellos. El cielo se había oscurecido como la boca de un lobo, y en él aparecían amenazantes relámpagos que brillaban e iluminaban aquel desastre. Las olas furiosas se rompían al chocar contra las pocas piedras que continuaban de pie, salpicando agua por doquier. El viento rugía y desataba un temporal que escupía fuego, como si se estuviera librando una batalla civil en el cielo, y todo debido al incontrolable poder de Majin Buu.
Aquel caos parecía ser el fin del mundo.
-¡SOY EL SER MÁS PODEROSO DEL UNIVERSO!
-¡MUCHACHO TARADO!¡POR ESO TE DIJE QUE ACABARAS CON ÉL MALDITO INCONSCIENTE!¡NUESTRA AYUDA FUE EN VANO, EL UNIVERSO ESTÁ PERDIDO Y TODO POR SU CULPA!-el ancestro gritaba embravecido contra la esfera, como si Vegetto pudiera escucharlo formando parte del nuevo Majin Buu.
Majin Buu reía a carcajada limpia, haciendo todo un espectáculo de la destrucción con su nuevo poder. Ni siquiera tenía que esforzarse, pues su ki se liberaba por sí solo, subiendo desmesuradamente y emitiendo ondas de ki que hacían temblar las rocas que aún quedaban. Majin Buu volteó hacia todas partes, deseando ver el terror en el rostro de los soldados ilarianos. Quería verlos doblegados, que sintieran tanto miedo hacia él como lo habían tenido los demás. Sin embargo, no los vio por ningún lado.
-¿¡Dónde están!?¡Vengan a luchar conmigo, si es que se atreven!¿¡Dónde quedó la ferocidad que usaban para pelear!?¡Demuéstrenme sus habilidades, ¿o es que acaso tienen demasiado miedo para luchar conmigo?!
Una vez que se cercioraron de que la roca era lo suficientemente grande para ocultarlos, los dos saiyajin sacaron sus cabezas del agua, tomando aire nuevamente. Aunque a Sharotto no le hubiera gustado, el único escondite que habían conseguido era el vasto océano que se había abierto debajo de ellos. Se pasó las manos por la cara para despegarse el cabello mojado.
-No importa que logremos huir de él, de todos modos va a destruir el planeta y luego le seguirá el universo.-espetó Kamusha, mientras las agitadas olas le salpicaban el rostro-Es un enemigo que no podemos matar por sí solos, necesitamos mucho más poder.
