[AVISO IMPORTANTE:Esta es la secuela de "La Hermana Menor De Goku", historia que puedes encontrar en mi perfil. Te agradezco tu atención y espero que disfrutes la lectura, y si decides leer la historia, además de agradecerte espero que gozes lo que...
Un hecho presente en el universo siete era que las naves ilarianas eran los vehículos espaciales más que codiciados, casi anhelados, por parte de otras civilizaciones. Su gran tamaño, su inigualable velocidad y su importante resistencia eran factores contribuyentes para este enorme deseo por parte de planetas y razas externas a Ilaria, pero el aspecto más importante de las naves ilarianas era su sistema de seguridad. Probablemente el mejor entre todos los universos.
Las naves ilarianas tenían un protocolo de seguridad realmente estricto para proteger toda la información, armamento, municiones, y todo lo que en ella se mantenga resguardado para el uso del soldado. Estas naves tenían en su núcleo un aparato muy especial, el cual contenía energía que imitaba al ki, para que los dueños de la nave pudiesen teletransportarse sin problemas para acceder a lo que necesitaran, aún estando la nave vacía de gente.
Eso habría sido realmente útil para Sharotto y Kamusha en esa situación, pero había un inconveniente llamado "fase dos del protocolo". El protocolo de seguridad en una nave ilariana podía tener sus variantes, dependiendo del rango del soldado que la manejara. La nave de Kamusha, por ende, tenía uno de los mejores sistemas de seguridad del imperio.
La primera fase del protocolo de seguridad constaba de un campo de fuerza que se formaba alrededor de la nave, el cual era activado por una turbulencia lo suficientemente fuerte como para considerarse un potencial daño. A partir de que la fase uno se activara, los radares de la nave se volvían el doble de sensibles, con más capacidad para captar ondas de ki peligrosas.
Ninguno de los huéspedes que se refugiaban en la nave fueron capaces de darse cuenta cuando la fase dos del protocolo se activó, pero les aterró sentir el catastrófico ki maligno proveniente de la Tierra, el cual había sido su causante. La segunda fase del protocolo comprendía el camuflaje: tanto la nave como el campo de fuerza se volvían invisibles a los ojos externos, y por si no fuera suficiente, el campo de fuerza recibía una sobrecarga de lo que en Ilaria denominaban "energía neutra", una energía capaz de anular el ki de aquello a lo que cubriera. Eso quería decir sólo una cosa; nadie fuera de esa nave podía sentir ningún ki proveniente de su interior, ni de la máquina de imitación ni de los huéspedes.
Los soldados tuvieron ganas de darse las cabezas contra unos árboles, pero no había tiempo para eso, pues tenían que buscar un lugar seguro para sus amigos cuanto antes, por lo que comenzaron a volar a toda velocidad entre la vegetación, ocultos bajo las copas de los árboles. Lejos de experimentar el alivio que conllevaría haber salvado a sus amigos de las entrañas del demonio, los soldados se veían azotados por un fuerte nerviosismo y desasosiego que comenzaba a colmarlos al sentir como el ki de Majin Buu, lejos de disminuir, se estaba incrementando.
Tenían un terrible presentimiento, y con mucha razón.
-Ay dios santo, ¿qué le pasa?-se preguntó el ancestro, observando curioso e impresionado la forma en que se hinchaba y deformaba el cuerpo de Majin Buu, mientras el demonio gritaba sin parar. Sin embargo, algo más extraño que el demonio, fue la reacción de Kibito-shin, quien se cayó de rodillas al suelo, mientras observaba la imagen de la esfera como si estuviera viendo su peor pesadilla-¿Que tienes?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
