|La hermana menor de Goku 2|

46. Gotenks Vs. Majin Buu 2/2

《Capítulo 46_"Gotenks Vs. Majin Buu 2/2"》

[Narrador Omnisciente]

-Oye, Supremo Kaiosama, ¿puedes darte cuenta?-murmuró Goku, llamando la atención del nombrado, quien despegó sus ojos de Afrodita para mirarlo-Desde hace un momento el ki de Majin Buu ha desaparecido.

-¿Qué?-dudó Shin, y procedió a buscar el ki del demonio-¡Sí, es verdad, ya no está!

-¿Qué significa esto?¿Está muerto?-inquirió Kibito, con un atisbo de esperanza.

-No lo está, está en otra dimensión diferente a la nuestra.-explicó Afrodita, consiguiendo sin ningún esfuerzo que todos la observaran-Allí es donde están peleando él y esos dos niños. Aunque no tengo idea de dónde puede ser.

-¡Están en la Habitación del Tiempo!-dedujo sorprendido Goku-¿Por qué fueron a pelear ahí?

-El namekusei los metió a propósito, aunque no sé por qué.-respondió Afrodita, observándose las uñas. A Shin y a Kibito les parecía que sus uñas pintadas eran tan bellas como las alas de las mariposas.

-Vaya, ¿y cómo lo sabe?-curioseó Goku.

-Son secretos de dioses, querido.-respondió Afrodita cerrando los ojos y dejando a la vista sus largas y hermosas pestañas.

-¡Tiene visión omnisciente desde aquí!-contestó Yoshino desde la distancia.

-Gracias, cariño.

-Ya veo, se nota que ustedes los dioses sí que son seres supremos, tienen muchas habilidades.-comentó Goku, mirando de reojo a un compungido Shin.

[N/A: Compungido/a: Persona que siente pena por algo que ha hecho mal, por compasión de sí mismo o de otra persona]

-Que descortesía.-bufó Shin, juntando sus manos en su regazo y mirando mal a Goku-De todas formas quiere decirme que yo no sirvo para nada.

-No diga eso, Supremo.-lo consoló Afrodita, y de inmediato Shin recuperó la compostura, levantando la mirada con un tono escarlata en sus pálidas mejillas.

|Habitación del Tiempo|

Nueve de los fantasmas creados por Gotenks arremetieron contra Majin Buu. El demonio, estando perfectamente confiado de sus habilidades, lanzó puñetazos a sus atacantes, sin embargo, en lugar de responder, todos los fantasmas volaron a su alrededor como un tornado, rodeándolo y se aferrándose a su cuerpo fuertemente.

Majin Buu no tuvo tiempo para reaccionar, ya que a penas entraron en contacto unos con otros, los fantasmas estallaron sobre sí mismos, todos a la vez, provocando una enorme explosión que encandiló a Piccolo. La potente energía fue liberada de una forma catastrófica, cubriendo todo el perímetro con el humo que precedió al estallido y el cual parecía arrojar fuego.

-¡Sí, lo logré!-festejaba Gotenks, y su voz resonaba desde alguna parte entre las espesas cortinas de humo.

Tardó alrededor de cinco minutos para que el humo se despejara y le permitiera al namekusei abrir los ojos. Lo que vio lo dejó completamente perplejo y asombrado: el cuerpo de Majin Buu estaba tan dañado que parecía una masa rosa derretida y uniforme, con sus ojos colgando a los lados de lo que quedaba de su cabeza y sus brazos casi consumidos moviéndose con un leve temblor, todo el resto de su cuerpo no podía identificarse, dejando a la vista tan sólo una masa rosada y tan maleable como la arcilla.

-¡Vamos, número diez, tú serás el final!-indicó Gotenks, dirigiéndose hacia el único fantasma que le quedaba, quien se puso firme como un soldado-Entra por la boca de Buu y provoca una gran explosión.