Capítulo VIII No sólo hay cicatrices en mi piel también en mi alma.

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Me levanto desorientada, temblando por aquel sueño, esa voz debe de haber mentido, yo no sentí placer al matar, cuando mi subconsciente protesta

"Ah no? No sentiste placer? Para ti era el maldito paraíso y lo sabes, ver ese color, ese aroma, ese... "

No no y no!! No puedo sentir eso, es muy sádico, yo sólo soy una chica bien

"Bien?! Jaja no me hagas reír, tu asesinaste a una chica"

Ya suficiente!! Me estoy volviendo loca definitivamente.

Me dirijo a mi closet y tomó algo cómodo, quiero dar un hermoso paseo a las abandonadas vías del tren, es un lugar en el que siento esa soledad que me tranquiliza.

Después de vestirme salgo de mi casa, y empiezo a caminar hacia aquel bonito lugar, ahora que recuerdo no he comido nada, pero me importa poco, al llegar veo que esta desierto y me siento en el centro de las vías.

Tomó un pequeño respiro y todo se acumula en mi mente:

"Eres una zorra" "Idiota" "Nada puedes hacer bien" "Él murió entiedelo" "No quiero estar contigo más" "Esto se terminó" "Olvidame" "Nunca te quise, eres una basura"

Mis lágrimas caen lentamente por mis mejillas, me arden los ojos, quiero sacar todo, Ryan mi ex, me dejó cuando más lo necesitaba, nunca me dio apoyo, pero yo estuve como su perro siempre fiel atrás de él, ahora lo veo No sólo hay cicatrices en mi piel, también en mi alma

Lágrimas de un ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora