El hobbit ( un viaje inesperado) y tu.{ 𝚃𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊}

1.- El Comienzo De La Aventura.

Nuestra historia comienza con una noble montaraz, hermana de Aragorn e hija de Arazorn. Era joven y fuerte, al igual que su hermano, con tan solo 20 años, se unió a la compañía de Thorin Escudo De Roble, en la misión de retornar hacía Erenborn y recuperar su hogar. 

Todo comenzó una mañana, como cualquier otra para nuestra protagonista, aun que una visita inesperada cambió el curso de esta. Nos encontramos en Rivendel, donde T/n, nuestra chica, estaba caminando hacia un llamado de su maestro Elrond. Al llegar y encontrarse con un viejo amigo Gandaldf el Gris, su corazón se llenó de alegría, ya que hacía mucho tiempo que no lograba ver al mago.

— Mi querida T/n, es un placer volver a encontrarme contigo — dijo haciendo una reverencia con la cabeza, mientras se acercaba a mi, con una sonrisa en sus labios. 

— Lo mismo digo, Mithrandir, hace mucho tiempo desde la última vez, que nos encontramos — dije con una sonrisa en mis labio, observando al mago. 

— Me alegra que mi llegada te cause felicidad. He venido, para preguntarte, si podrías ayudarme, con una misión, la cual es una de las más importantes de nuestro tiempo. — Anunció el anciano, mientras se acercaba a ti. 

— ¿ Una misión?, entonces eso quiere decir una aventura... Por supuesto que te ayudaré, dime amigo mío, ¿de qué se trata? — pregunté con ilusión en mis palabras, mientras mi sonrisa se hacía más grande aún. 

— Serás parte de la compañía de Thorin Escudo De Roble, para poder recuperar Erebron. Dentro de tres días, tendrás que llegar a Hobbiton, en una de las puertas, hable una marca, podrás verla perfectamente, deberás de tocar a la puerta y entrar, allí estaré yo, junto a todos los demás. 

— Así que será esa la misión...Está bien Gandalf, lo haré. Ciertamente he estado ansiosa por una nueva aventura. Si ese es mi cometido, con gusto lo llevaré acabo. — dije inclinando la cabeza, mientras comenzaba a pensar, sobre todo lo que podría pasar en esa ventura arriesgada. 

— Perfecto, pues mi señora, nos veremos en ese día, ha sido un placer volver a hablar contigo, T/n.

— Lo mismo digo, querido amigo mío. Ha sido un verdadero honor. 

Tras una charla más larga, después de la que habíamos tenido, nos despedimos y yo fui a prepararme con una enorme ilusión en mi cuerpo, estaba ansiosa por que ese día llegara, no podía esperar mucho tiempo. Por  lo tanto, empecé a preparar mis cosas.  

- Editada.