El hobbit ( un viaje inesperado) y tu.{ 𝚃𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊}

6.- Una Pequeña Pelea.

A la mañana siguiente, comenzamos el camino, ese día estaba nublado y como era de esperar, empezó a llover, por lo tanto, me puse la capucha con tranquilidad, pero al ver que Bilbo, no tenía ninguna, sacaste una capa pequeña de tu mochila, entregándosela con tranquilidad. 

— Bilbo, toma. Así no tendrás frío y tampoco te mojarás — dije con una enorme sonrisa en sus labios bastante tranquila, observando al pequeño ser poniéndose la capa.

— Gra-gracias. — tartamudeó debido al frío que tenía en su cuerpo. 

— Oíd señor Gandalf,  ¿podéis hacer algo para evitar este diluvio? — gritó Ori, para que el mago le pudiera escuchar.

— Esta lloviendo señor enano y seguirá lloviendo, hasta que cese de llover. Son si deseas cambiar el tiempo, deberás buscarte otro mago. — anunció Gandalf, mientras miraba hacia el frente. 

—¿Es que hay más? — pregunta Bilbo.

— ¿Más que? — pregunta de vuelta el mago, observando de reojo al hobbit. 

— Otros Magos. — explica mientras mira curioso al mago.

— Somos 5, el más poderoso de nuestra orden es Saruman el Blanco, y luego están los dos Magos azules...anda he olvidado sus nombres. — dice con tranquilidad. 

—  Sus nombres en Valinor son Alatar y Pallando, pero en realidad se llaman: Morinehtar y Rómestámo. — completé, mientras me acomodaba en el caballo.

— Vaya, es verdad, gracias T/n,  por recordármelo. — me agradeció mientras sonreía ligeramente.

 — ¿Cómo sabes eso? — preguntó Thorin, que estaba justamente a mi lado junto con su poni.

— Por los libros y  gracias a algunas historias de Gandalf, aun que parece que en algunos momentos se le olvida — dije soltando una leve risa, mientras continuaba con el camino.

— ¿Y quién es el quinto? — pregunta el hobbit, algo curioso.

— El quinto es Radagast el Pardo. — respondió el mago.

— ¿Es un gran mago o es como tu? — al escuchar esto, solté una ligera risa, cosa que extrañó un poco al hobbit. 

— Yo creo que es un grandísimo Mago, a su modo, que prefiere la compañía de los animales a la de la gente. Además vigila las gastas tierras del este. Algo alto conveniente, pues el mal esta acechando por todo el mundo.

~Después de un rato.~

Por fin, decidieron parar, a lo que me bajé del caballo y lo puse junto a los demás. Acariciándole ligeramente la cabeza y caminando ya hasta Gandalf.

— Acamparemos aquí. Fili y Kili, vigilar a los ponis, no los perdáis de vista. — ordenó Thorin, mientras observaba el lugar hasta llegar con nosotros. 

— Aquí vivía un granjero y su familia. — informó el anciano, mientras se apoyaba con su bastón, analizando la casa, que estaba completamente en ruinas. 

— Oin, Gloin encender un fuego. — dijo el enano, escuchando poco a Gandalf. 

—Sería más sensato continuar una poco más. Podríamos dirigirnos al valle escondido. — intentó convencer al líder, debido a que ese lugar, no le traía buena vibra. 

— Ya te lo he dicho, no me acercare  a ese sitió. — sentenció el enano.

— ¿Por qué no?, los elfos, nos ayudarían nos darían comida, descanso y consejo. — dijo el mago mientras observaba a Thorin. 

—No necesito su consejo. — negaba él, rápidamente mientras miraba hacia otro lado. 

— Thorin, tenemos un mapa que no sabemos interpretar. Elrond nos podría ayudar. — informó Gandalf

— ¿Un elfo?, Un dragón atacó Erebor, ¿nos ayudaron los elfos acaso? ¡Los orcos saquearon Moría, los elfos se quedaron de brazos cruzados! — exclamó con rabia en su interior. 

— O fue quizás de que ellos también tenían que protegerse su hogar. — dije con aún más rabia que Thorin, mientras apretaba mis puños. 

— ¿Qué sabrá una mujer? — preguntó con burla mientras me miraba de la misma manera. 

— ¡Más que tú, escudo de Roble!. - Grité enfada, mientras me daba media vuelta y me marchaba de allí.

— Ella vive con los ellos, se ha criado toda su vida, además de que la salvaron, junto con su familia.— comentó Gandalf, luego de irme. 

—¿T/n, adonde vas?  — preguntó el hobbit, mientras te miraba preocupado. 

— A donde mi sentido común me lleve. — comenté bastante enfadada como para tener modales. 

— ¿Y eso...donde es? — preguntó de nuevo, con inocencia, ya que no quería causar problemas.

— ¡AL BOSQUE SEÑOR BOLSON! — grité con bastante fuerza, la suficiente como para que todos me escucharan.

En ese momento, todo el grupo enmudeció, ya que, en todo el viaje, jamás me escucharon, siquiera hablar, a no ser que ellos me preguntaran algo. 

~Al anochecer.~

— Hace mucho que se han ido. — dijo preocupado el hobbit, caminando de lado a lado, mientras suspiraba ligeramente. 

—¿Quienes? — preguntó Bofur, que era el enano del sombrero raro. 

— T/n y Gandalf. — contestó Bilbo mientras suspiraba ligeramente.

— Tranquilo, T/n sabe luchar y Gandalf  es un mago hace lo que quiere. Anda llévale esto a eso dos. — dijo, refiriéndose a Fili y Kili, a lo que el hobbit accedió.

- Editada.