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El Alfa se sentía mal, estaba en un muy mal estado, se moría de hambre ya que lo único que le suministraban de alimentos era pan y agua, nada más.

Ahora se encontraba en algún lugar de la manada Lee, no sabía dónde estaba, lo habían dormido y trasladado a otro lugar que no conocía - obviamente -.

Dos meses ahí, y ya se estaba volviendo loco. Extrañaba con locura su cama y su casa, extrañaba el abrazar a Jimin y olfatear su cuello. Realmente lo hacía y ahora se arrepentía de no haberlo disfrutado más.

La puerta de donde sea que estaba fue abierta, aparecieron cuatro hombres y entre ellos Joongi. Venía con una sonrisa que quería decir algo.

—Agradecele a Jimin, que pidió que te dejará volver a tu manada.

Así que eso era...

—¿Jimin? ¿Como hablaste con Jimin? ¿Donde está mi Omega?

—Oh pues tu querido esposo vino hasta aquí, y pues ya sabes, está en su habitación.

—Jimin... Tengo que buscar a Jimin.

Se levantó de la cama improvisada e con la intención de salir de ahí, pero dos hombres fornidos lo impidieron, agarrándolo del los brazos.

—¡Dejame salir!

—¡Basta! ¡Suficiente! ¡Agarrenlo!

Los dos hombres lo sujetaron con más fuerza y el otro le propinó tres golpes en su estómago, podía sentir como la sangre subía por su garganta y salía por su boca.

—Si vas donde tus papitos a contarle de Jimin, juro que haré lo posible por matarte, ¿Quedó claro? No quería llegar a esto Jeongguk, te conozco de niño pero no me dejas otra opción.

—Nunca te haré caso.

Dijo con desdén y la respiración acelerada.

—Tu lo pediste Jeon Jeongguk.

Una patada llegó a su mandíbula, haciendo que ladera su rostro. Dolía horrores.

—¡Appa! ¡Basta! Tengo una noticia que darle a Jeongguk.

El hombre les dió la orden de que lo soltaran y Jeongguk cayó al suelo como peso muerto, sus manos sonando fuertemente contra el cemento.

—Estoy embarazada Jeongguk, y el bebé es tuyo.

El Alfa como pudo la miró, debía estar mintiendo... Ese hijo no podía ser suyo.

—E-Es men-tira.

—Como voy a jugar con eso corazón— Acarició su cabello —Tuvimos un hijo, vas a ser Appa.

Joongi lo miraba desde arriba con superioridad, con esto, ahora la manada Jeon por fin podría ser de su territorio. Como le había dicho a Hyeri y él había anhelado desde hace mucho tiempo atrás.

—Llevenselo.

Nuevamente los hombres lo agarraron de ambos brazos y salieron de ahí, caminaron por mucho rata hasta que llegaron al límite de las manadas. Lo tiraron al suelo como saco de papas sin importarles si estaba a punto de morir o no.

MALDITO DESTINO - 錯誤 - KOOKMIN  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora