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Dos meses...

Dos malditos meses habían pasado desde ese día y nada había cambiado en el tiempo.

Jimin lloraba cada noche por su Alfa al igual que éste. Con la diferencia de que al Omega le afectaba más, pues hace dos semanas habían descubierto junto a Taehyung que él estaba embarazado, contaba con dos meses en cinta, exactamente el día en que el celo de Jeongguk se presentó y cuando había sido secuestrado.

Taehyung había estado apoyondalo en todo al igual que Hoseok, Jiwoo, Sun-hee y su Omma, pero él necesitaba de su Alfa. No era lo mismo si no estaba él, verdaderamente lo extrañaba.

Ahora mismo estaba en su cama acostado de lado observando la ecografía que tenía en sus manos, su bebé era tan solo un porotito. Tenía puesta una camisa de su Alfa intentando inhalar su aroma, pero este era ya casi imperceptible, había pasado mucho tiempo.

La puerta fue abierta suavemente y entró Taehyung acompañado de Hoseok. Estos dos al parecer ya habían arreglado sus asuntos amorosos.

—Minnie... ¿Cómo estás?

Preguntó suavemente el Omega mayor.

—Bien.

Murmuró sentándose en la cama, aún con la ecografía en su mano.

Su vientre se estaba abultando, no se podía ver por encima de la ropa ya que ocupaba las camisas de Jeongguk, pero cuando se las quitaba se podía claramente.

—No estés triste hermano, Siwon, Sun-Hee y Omma están intentando hacer todo sin errores Jiminnie...

—Yo no lo sé Hoseok, han pasado dos meses y siguen en las mismas, ya no sé qué pensar. Es mi Alfa de quién estamos hablando, los que están en riesgo es nuestro hijo y yo.

—Mejor trata de animarte, esto no le está ayudando a tu cachorro Jimin.

—No puedo... Es imposible...

Murmuró rompiendo en llanto.

Taehyung soltó la mano del Alfa y se acercó para abrazar a su cuñado. Él había sido el pilar de Jimin en estos tiempos, Jiyoon se había aparecido por aquí, era como si lo que ella solo quería era deshacer de Jimin desde un principio. Pero confiaba en que no era así, su Omma no era así.

—Me duele mucho.

Dijo en el cuello de Taehyung.

Su marca estaba roja y había comenzado a doler, ambos, él y su hijo, podían morir si Jimin no se reanimaba, tenían que hacer algo ya que podía caer en depresión. Nadie quería eso.

—Lo sé Minnie. Te ayudaremos.

El Omega menor asintió separándose del castaño.

Harían lo posible, y eso Jimin lo sabía.

🌼🌿

Jimin había salido corriendo de la casa Jeon a toda velocidad sin que nadie lo viera, tenía que recuperar a su Alfa, no lo podía dejar ahí. A pesar de estar con dos meses de embarazo era capaz de darlo todo por él.

Cuando llegó al límite de mandas un escalofrío recorrió su cuerpo, tenía miedo, pero lo haría. Cruzó el límite sin que nadie se diera cuenta, según él pero en la oscuridad creyó haber reconocido aquellos ojos que ahora en ese instante lo miraban con odio y ese aroma a flores silvestres, antes de que colocarán un paño mojado de un líquido en su nariz para dormirlo.

Al despertar sintió una superficie cómoda y esponjosa, pero claramente esa no era su cama. No olía a la exquisita mezcla del aroma de Jeongguk y el suyo.

MALDITO DESTINO - 錯誤 - KOOKMIN  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora