Codicioso

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ADVERTENCIA.

Cierta parte del capítulo contiene la descripción de una relación pasada de los personajes con el fin de conocer mejor su pasado y entender a los personajes en cuestión que no voy a decir quiénes son porque es Spoiler.
La descripción es absolutamente cruda, contiene relaciones sexuales ligeramente explícitas, comportamientos depresivos, desórdenes alimenticios y drogadicción.
Aclaró que es solo una pequeña parte, pero de todas maneras prefiero avisarles sobre esto, para que tengan discreción y por nada del mundo imiten dichos comportamientos.

Aclarando esto, que comience el capítulo.

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Eran las siete de la mañana del día siguiente. Todos y absolutamente todos los countryhumans que habían terminado en aquella cabaña en el bosque dormían profundamente en sus respectivos cuartos.

Hasta que fueron despertados de manera brusca por un gran sonido.

Rusia y sus amigos salieron casi de inmediato de sus camas y de su habitación. Querían ver que estaba ocasionando ese horrible ruido.
Los tres lo hicieron de manera respetuosa y silenciosa para no molestar a los demás, pero..

—¡¡Puta la wea!!¡¿Quién chucha hace tanto ruido por la mierda!?—Salió gritando de su habitación el chileno.
—¡¿Qué pedo wey?!¡¿Qué acaso ya no se puede dormir tranquilo hasta las once?!—Gritó el mexicano.
— ¡¡Necesito mínimo ocho horas de sueño para recuperarme de la sobredosis de ayer!!—Gritó el peruano.
—¡¿Cuánta marihuana nos diste ayer boludo?!—Le preguntó el argentino al chileno.

Rusia, Siria y China se miraron entre sí.

—Y ese es tu novio...— Le susurró China al ruso.
— Y sus amigos..—También susurró Siria.
—Exactamente..—Dijo Rusia mirando al pequeño latino, el cuál seguía gritando.
Este no tardó en percatarse de la intensa mirada del euro asiático y de observarlo de vuelta con una gran y tierna sonrisa en su rostro. Ambos estaban felices de que por fin estaban juntos oficialmente.

Después de todo ese griterío, todos se dispusieron a salir de la cabaña para ver de qué se trataba todo aquel alboroto.
Al estar todos fuera de la estructura pudieron ver la realidad, dos grandes grúas acababan de llegar al lugar, arrastrando el pequeño auto de los latinos y el lujoso automóvil del ruso.

—¿No están felices? ¡Llegaron sus autos!—Dijo la anciana llegando a la escena de repente.
— ¡Por fin vamos a volver al hotel!—Exclamó Argentina.
—¡Si!¡Podré volver a ver a Brasil!—Exclamó Perú lleno de alegría.
—Si dependes tanto de él no creo que sea una relación muy saludable.—Opinó Chile.
—Mira quien habla, el "experto en relaciones sanas"—Dijo México sarcásticamente.
—¡Auch! Eso dolió weon.—Dijo el chileno riéndose.
—Queríamos agradecerte por acogernos en tu casa.—Le dijo Rusia a la vieja.
—Tranquilos, no me costaba nada, espero que todos estén bien.—Dijo la señora de manera honesta.
—Bueno, seguimos un poco traumados de que un monstruo horroroso haya querido matarnos a todos, pero fuera de eso estamos genial.—Dijo México de manera extraña.
—Por lo menos el monstruo no te trató de ahogar en el lago.—Agregó el argentino.
—No hablemos más del tema, ¿Les parece?—Dijo Chile al parecer algo molesto.
—Está bien.—Dijeron ambos latinos al unísono.
—No sabemos que hacer para agradecerle su amabilidad.—Le dijo China a la vieja.
—No tienen que hacer nada, de verdad no es nada.—Dijo la anciana.
—Pero aún así estamos muy agradecidos por lo que hizo por nosotros, nunca la olvidaremos.—Agregó el ruso.
—Lo prometemos.—Dijo Siria.