¿Recuerdas lo que teníamos? / Rᴇᴇᴅ900

CAP 8. La Presa De Un Lobo

------------/GAVIN P O V/-----------

Departamento de Gavin Reed. 
27/Nov/2039. 
07:24 a.m. 

"Una mañana nevada es algo normal en Detroit, ver un manto de nieve blanca tan pura me hace recordar a los momentos de mi infancia, cuando pasaba las navidades con mi familia, pero... esos recuerdos ya no existen".

—No hay nada mejor que despertar de un largo y reparador ciclo de sueño —me encontraba en el balcón de mi departamento fumando unos cigarrillos, inhalé profundamente y contuve el humo unos momentos.

—Me gustaría poder decir algo así algún maldito día de mi vida de mierda. —exhalé liberando el contenido de mis pulmones por la nariz, una vez terminada la cajetilla, con cansancio me recargué en el borde para sentir la helada brisa que tanto malestar me daba. 

Aún era muy temprano para dirigirme al trabajo por lo que estaba pasando el rato. Había estado intentando mantener el lugar limpio desde que Ryan había venido aquel día, el aura de este sitio había mejorado notablemente junto con el orden, ahora era mucho más fácil encontrar las cosas y eso mejoraba mi humor un poco.

Escuché un maullido dulce, al parecer la gata de la vecina había venido a visitarme otra vez, era algo nuestro el saludarnos en las mañanas durante estas fechas gélidas. 

—Ven, dulzura— la tomé en brazos, una gata calicó anciana, pero aún con mucha energía, por lo menos la suficiente para saltar entre balcones y venir a ver a un idiota como yo. Sus ronroneos eran fuertes y amables, su pelaje abundante y suave, en su collar decía "Li Shou", una buena compañía para las temporadas como esta.

—Es malo que estés afuera con este frío, linda  —amaba a los gatos, algunas personas los veían como seres egoístas y reservados, pero ciertamente yo los encontraba elegantes y orgullosos, toda mi vida los había querido, pero no me podía permitir el tener uno por mi trabajo, dejar a un animal de alma libre encerrado mientras me encontraba afuera, era un pensamiento y sentimiento que me atormentaba. 

Una vez saciada por mis caricias saltó de mis brazos para caer en otro balcón con gracia, me dedicó una mirada de despedida y entró a su hogar. 

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Departamento de policía de Detroit. 
09:12 a.m. 

Entré en el departamento de policía de Detroit, era un día regularmente tranquilo, sin muchas personas acaparando lugar en los pasillos, ruido considerablemente bajo y, al parecer, Fowler estaba de buen humor. 

Tomé dirección a la cafetería justo como hacía todos los días, tomé unas donas e hice mi café justo como me gustaba. Tomé asiento en mi escritorio y saqué mi tableta para jugar solitario, hoy estaba dispuesto a hacer mi mayor puntaje. 

—Buenos días, Detective Reed — dijo una voz conocida a un costado. Giré la vista para ver a Connor y... tenía esa sonrisa de tonto que siempre se cargaba. 

Mi rostro cambió a disgusto, volví mi vista al juego que casi terminaba en tiempo record.

Prosiguió —Detective, vengo a mencionarle que el teniente Anderson… —realmente me importaba un carajo lo que el que el idiota tuviera que decirme. 

"Malditos androides molestos, siempre jodiendo" . 

—¿No tienes a alguien más a quien molestar, muñeca de plástico? — grité para luego levantarme de manera amenazante —¡¿acaso no ves que estoy concentrado en algo más importante que en escuchar cada porquería que sale de tu boca?! —lo tomé del cuello de su camisa, el LED del androide parpadeó un segundo en amarillo.