CAP 47. ˈDīəˌtrīb

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️ CAPÍTULO CON PARTES SENSIBLES,
LÉELO BAJO TU PROPIA RESPONSABILIDAD.⚠️

------------/ GAVIN P O V/------------

01/Sep/2040.
10:15 a.m.

Abrí los ojos con lentitud, me encontré con un techo distinto al que solía ver cada mañana. Algo no encajaba, sus tonalidades grisáceas hicieron que me preguntara en dónde me encontraba.

"No puede ser…" pensé al incorporarme muy bruscamente, levanté mi torso apresurado para mirar y saciar la inquietante duda de mi mente.

Arrugué el ceño y suspiré abatido mientras mis manos se agarraban de donde podían, las sábanas estaban teñidas de rojo óxido y por mi cuerpo se esparcía el lugar de origen.

Al crujir los dientes recordé que mi cuerpo había sido envenenado y tomado la noche anterior por la persona que se hacía llamar mi compañero; Dylan Miller, el sujeto que también decía haberse enamorado de mí con palabras de amor, las cuales carecían del propio sentimiento.

Cuello, pecho, espalda, piernas… no había lugar en mi cuerpo que no contara con marcas rojas, mordidas y arañazos profundos.

"Estoy hecho un fiasco, se supone que esto debería de arder cómo el infierno." —Sabía que debía sentir algún malestar físico por ellas como punzadas o yo que sé, pero no por alguna razón no lo tenía.

Sentí con las yemas de los dedos cada una de las marcas dejadas por aquellas manos que me habían tomado con recelo enfermizo hasta clavar las garras en mi pobre piel.

Poco a poco me resultaban más repugnantes a la vista. Todas y cada una de ellas fueron consideradas por mi como pequeñas maldiciones merecedoras de completo aborrecimiento.

Su irritante voz recitando palabras inquietantes en medio del acto en el que cruelmente había caído; los nublados recuerdos de aquel momento dejarían marca en mi mente y harían permanecer a los de mi piel.

Las manos me temblaron por momentos breves, la repulsión y el abatimiento me dominaron al percatarme de la extraña sensación proveniente de mi espalda baja.

—Phck. —"No creo que maldito haya usado protección."

Rápidamente estas emociones escalaron hasta convertirse en ira pura, la adrenalina me invadió y me hizo tener un único objetivo.

"Ni que hacer, tendré que encararlo y si se da la oportunidad, meterle una bala en la cabeza, así de fácil."

Me senté en el borde de la cama y procedí a recoger las prendas que me pertenecían y que además se encontraban desperdigadas por el suelo.

"Billetera, calcetines, camisa, pantalones, ropa interior… ¿Mi chaqueta y mi teléfono en dónde estarán? "

Rasqué en cuello con cuidado de no lastimar la herida de éste al buscar lo faltante con la mirada.

En el umbral de la desesperación me incliné para revisar bajo la cama. Para mi sorpresa una gran bola de pelo azabache cruzó miradas conmigo, ese tipo de ojos tan grandes sólo podía tenerlos un tipo de animal; un gato negro con pequeños guantes blancos y esmoquin.

Con sus ojos dorados puestos en mí, el joven macho caminó hacia donde me encontraba y levantó la cola con el mismo orgullo que tendría un rey vanidoso al ver a un desdichado súbdito.

Entendía por completo su reacción, después de todo yo era un intruso en su territorio.

Olfateó un poco mi pierna con desdén para después estornudar tiernamente, se fue sin mirarme ni de reojo y sin soltar un solo arañazo o siseo.

¿Recuerdas lo que teníamos? / Rᴇᴇᴅ900Donde viven las historias. Descúbrelo ahora