CAP 17. La Odisea

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--------------/RK900 P O V/--------------

Departamento de policía de Detroit
29/Nov/2039
08:14 a.m.

—He tenido casos peligrosos, pero ninguno como ese, admito que ahora que puedo sentir dolor me siento aún más vivo— mencionó Connor, se encontraba con vendas cubriendo sus muñecas y brazos además de una gasa en su rostro cubriendo una herida abierta, estaba sentado junto a mí en una mesa alta de la cafetería, ambos esperabamos a nuestros compañeros.

—Con la actualización de anoche te sería útil comer, algo así como una dona, después de todo te gustan las cosas dulces— sugerí manteniendo mis brazos cruzados, me encontraba recargado en el respaldo de la silla.

—Buena idea, veré si luego le llevo una al teniente, seguro lo pondrá de buen humor— estiró una de sus manos y tomó 2 donas con una gran sonrisa en sus labios —¿Cómo te va con el detective Reed?— preguntó Connor mientras le daba un mordisco a una dona con glaseado rosa.

Me recargué sobre la mesa con ambos codos y posé mis manos sobre mi rostro.

—Hubieron muchos avances y, bueno, no te mentiré... ayer nos besamos.— solté con voz monótona.

—¡Eso es increíble Ryan! Pero entonces... ¿por qué estás triste?— su rostro era de desconcierto.

—Porque... el detective tiene ese problema que no entiendo, ahora sé que le gusto también, pero algo no lo deja corresponderme, sé que es porque soy un androide, pero también sé que hay algo más. —mi pecho dolía y mis puños se cerraban—Me siento inútil porque no lo puedo ayudar— gruñí en voz baja, mi LED por un momento giró en amarillo para volver a la normalidad.

—No puedes ayudarlo si no sabes cómo hacerlo, ¿Tienes algo en mente?— dijo mientras palmeaba mi espalda suavemente intentando darme ánimos.

—Intento hablar con él pero... —solté un suspiro —siempre termino diciendo algo malo, no soy bueno con las palabras— dije amargamente.

—Si eres torpe con las palabras, ¿por qué no lo haces con acciones?— dio la idea mientras se levantaba de la silla.

Era una idea muy buena, tanto que decidí seguir su consejo luego de pensarlo brevemente.

—Eso... podría funcionar, estaría más cómodo con eso, gracias Connor— le dediqué una débil sonrisa mientras lo miraba.

—Ya sabes, estoy aquí para ayudarte hermanito— acomodó sus prendas, luego envolvió la rosquilla en una servilleta y la guardó en una de sus bolsillos, seguidamente me medicó una sonrisa ámplia y cálida —Me retiro, el teniente ya debe estar por llegar, nos vemos— se despidió con una mano al cruzar la puerta de la cafetería.

Ahora sólo tenía que esperar a la llegada del detective, me quedé en silencio con la miraba baja, esperé y esperé.

—Mierda...— escuché una voz amarga a la lejanía y sabía claramente de quién era. Levanté la mirada hacia el detective, estaba recargado en el marco de la puerta, su rostro era de descontento, cansancio y amargura en su máxima expresión, vestía con jeans de mezclilla, una camisa negra, y arriba de ésta, una chaqueta rojo quemado, su cuello estaba envuelto con una bufanda gris.

—Sólo dejame tomar un maldito café para poder irnos al demonio—mencionó entre dientes al pasar una de sus manos fuertemente sobre sus párpados, caminó lento hacia la cafetera.

"¿Habrá tomado anoche?"

Me levanté y me paré a un lado de donde se encontraba.

—Le haré café, por favor tome asiento, detective— me dedicó una mirada de descontento y rezongó, tomó dirección hacia la mesa y se sentó mientras posaba los brazos en ella, cerró los ojos con el ceño fruncido.

¿Recuerdas lo que teníamos? / Rᴇᴇᴅ900Donde viven las historias. Descúbrelo ahora