Entrenamiento
Naruto y los aldeanos se reunieron en la entrada a la aldea lo mas temprano posible. Ellos no tenían idea de cuál era la hora exacta para el entrenamiento. Solo sabían que era muy temprano, después de todo ellos no tenían reloj. Ellos no se manejaban por horas, sino por tiempos. Alba, mañana, mediodía, tarde y noche. Naruto aun no estaba seguro de porque había dicho ocho de la mañana cuando no tenían una forma de saberlo.
—¿A qué hora estarán aquí, Naruto? —preguntó uno de los aldeanos apretando su azada. Ya llevaban sentados aproximadamente una hora.
—No tardaran en aparecer —contestó el rubio mostrando su mejor sonrisa. Aunque no estaba completamente seguro de lo que decía… solamente confiaba en que ellos llegarían pronto.
Tal y como lo pensó, al cabo de otra hora mas de espera donde los quince hombres presentes se deshacían en bostezos de aburrimiento, llegaron sus entrenadores. Los aldeanos se levantaron de inmediato al reconocer a su salvadora, presentando sus respetos con una profunda reverencia.
—Me pone un poco nervioso verlos así —le susurró Kiba a la peli azul, sintiendo un escalofrió al ver a todos esos aldeanos tratar a Hinata como si fuera una diosa en tierra.
—Y-Ya se les pasara —o al menos eso esperaba ella.
—Bien. Comencemos con esto —interrumpió Sasuke chocando su puño contra su palma y poniendo una cara de seriedad; dirigiéndose a los aldeanos les mando su peor mirada de muerte—. Yo les enseñare taijutsu, también conocido como combate cuerpo a cuerpo. El entrenamiento físico de su resistencia y fuerza recaerá enteramente en Hinata y Kiba.
—Entrenaremos todos los días, desde esta hora del día hasta el mediodía. La siguiente hora la pasaran con Sasuke quien les enseñara las katas básicas de defensa personal —continuó Kiba poniendo sus manos en las caderas—, ¿alguna pregunta?
—¿Qué nos enseñaran Hinata-sama? —pregunto con una sonrisa Naruto mientras los demás aldeanos apoyaban su pregunta desde su espalda y asentían con fuerza.
Sasuke les contestó—Hinata apoyará a Kiba y a mí, ¿otra pregunta?
Los aldeanos se miraron entre ellos para luego negar. Las dudas estaban disueltas.
—Entonces comencemos.
.
—Recuérdame porque estamos haciendo esto —suspiró Kiba mirando como los aldeanos corrían una larga vuelta alrededor de un claro. Estaba parado mirándolos al igual que Sasuke y Hinata. La muchacha se mantuvo impávida ante su pregunta sin embargo el Uchiha le contestó con una sola palabra.
—Chantaje.
—Un chantaje al estilo Hinata, ¿quién lo diría?
La susodicha sintió las mejillas enrojecer, pero no dijo nada y siguió mirando al grupo. Como ya era usual, Naruto encabezaba las carreras como si fuera su pan de cada día, sin sudar.
—Ese rubio tiene demasiada resistencia —gruñó Kiba. Iba mas de una vuelta adelantado a sus compañeros de carrera y no aparentaba ningún tipo de agotamiento—. Ya han pasado dos semanas desde que lo vemos correr y jamás lo hemos visto sudar.
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Tú y yo
AdventureNaruto se perdió. Nació y nadie nunca jamas lo volvió a ver. El mundo ninja siguió su curso como estaba establecido en el destino, sin embargo... un día de esos que Hinata no podía dormir encontró un pozo que la llevaba a un mundo distinto al suyo...