Tú y yo

Cap 13 Un peligroso, anhelante y destinado amor.

Hace 1 día

—Déjame adivinar —empezó Sakura mientras sostenía el puente de su nariz con pesar, las cosas estaban empezando a tonarse oscuras y ella no pensaba dejar que siguieran por ese camino—. ¿Quieres que Naruto entre al complejo Hyuuga, sin invitación, se adentre a la habitación de una chica, dicho sea de paso, la habitación de Hinata, y quieres que ambos conversen sobre sus sentimientos… ahí… solos?

—Ni modo van a hablar de sus sentimientos con nosotros presentes —replico Kiba alzando una ceja.

—Estarán encerrados solos en la habitación de Hinata.

Sasuke se alzó de hombros mientras Shino se acomodaba los lentes. Ninguno de los tres encontraba el problema ante lo que había dicho la peli rosa. Para ellos el tema se podía arreglar muy fácil con el solo hecho de que Naruto se presentará frente a la peli azul. Y, de hecho, eso fue lo que sugirieron, como lo más razonable.

Naruto estaba sentado, ligeramente mas alejado que ellos, en una pulcra banca del parque principal de Konoha, estaba mirando las palomas comer el maíz que les estaba tirando. Inocente, tranquilo y aparentemente incrédulo.

Shino le dio otro vistazo al rubio y regresó su mirada a la improvisada reunión, o mejor dicho discusión entre Kiba y Sakura por lo que harían a continuación, tenían el tiempo de su parte, dado que habían decidido discutirlo a pocas cuadras del complejo Hyuuga. Tan pronto como decidieran que hacer, podrían buscar a la pequeña Hyuuga para arreglarlo.

—Escuchen. Lo mejor será que yo vaya a buscar a Hinata —empezó la peli rosa viendo que estaba perdiendo el tiempo al tratar de explicarle a esos tres insensibles lo que podría pasar de dejar solos a Hinata, y al chico con la que se sentía avergonzada—. Trataré de hacerla salir y la traeré aquí.

—Ella no quiere salir.

—Ya lo sé, ya nos lo dijiste, Kiba. Sin embargo, ella piensa que yo no sé nada, supongo que será mas abierta conmigo que con ustedes que ya saben su situación.

Kiba se vio ligeramente perturbado por sus palabras.

—¿Estas segura de que funcionará? —inquirió Shino. Él estaba preocupado por su compañera, y dadas las circunstancias, sinceramente las opciones que tenia para volver a ver su sonrisa o siquiera su presencia, se estaban agotando. Si Sakura era capaz de hacerla salir, si quiera por un momento, Shino se lo agradecería de todo corazón.

—Lo intentaré —contestó ella con el corazón latiendo en la garganta. De pronto sentía que tenia una responsabilidad que no le correspondía.

—Entonces te lo confiaré —asintió Shino.

Kiba decidió no volver a replicar y Sasuke, ya harto de tanto drama, estaba alimentando a los pájaros junto a Naruto. Ahora todo dependía de su peli rosa compañera.

Ella se alejó de sus compañeros rápidamente en dirección al hogar de los Hyuuga, el actual clan con mayor prestigio dentro de la aldea. Sinceramente, de ella estar en el lugar de Hinata, sobre todo considerando tener la misma personalidad que la hija mayor del patriarca Hyuuga, era muy probable que estuviese en la misma encrucijada. Envuelta en una vergüenza que seguramente no le cabria en el pecho, y dispuesta a no volver a ver la luz del sol por más que alguien tratará de escoltarla hacia el exterior.