¡Naruto!
—¿Quieres reportar algo el día de hoy, Itachi? —consultó Tsunade, cómodamente sentada detrás de su escritorio y con las manos entrecruzadas frente a ella. Enfrente suyo, el Uchiha, impasible, asentía con decisión. La mirada demacrada de Itachi delataba a la Hokage, que el pobre hombre llevaba algunos días sin dormir bien; pero aun a pesar de eso, se vislumbraba un brillo en sus ojos que la ponía nerviosa y ansiosa.
¿Qué cosa podía decirle ese hombre que aparentase mucha importancia?
—Si, Tsunade-sama. Evitaré irme por las ramas, así que me gustaría compartirle el hecho de que he encontrado a Naruto Uzumaki, hijo del Cuarto y Kushina-san.
.
Hace 4 días
Sasuke estaba sentado cerca de una fuente en la plaza principal de la aldea, había sido citado ahí por que Hinata lo había mandado llamar. Por lo general no hubiera hecho caso de un mensaje de encuentro que no fuera una pelea, y mucho menos de una chica, pero la peli azul alegaba dentro de su mensaje que era una cosa de suma importancia. El pelinegro miró el oscuro cielo preguntándose qué tanto tendría que esperar habiendo llegado alrededor de diez minutos antes de la hora citada.
Se tomó la molestia de recorrer, con la vista, las calles frente a él, la avenida principal tenia las titilantes luces de la ciudad recorriendo cada una de las sombras espesas de los civiles. Las estrellas del firmamento sobre su cabeza formaban una estela de brillo compasivo que poco o nada lo consolaba esa noche de incertidumbre.
A los pocos minutos llegó Kiba y le quedo claro de que las cosas tenían que ver con el entrenamiento. Así que se acomodó en la fuente mientras el castaño, junto a Akamaru recuperaba su aliento. Entre jadeos le aclaró al Uchiha que había tenido unos inconvenientes en casa y que era por eso por lo que, luego de huir, había corrido sin parar hasta la fuente.
—¿Huiste?
—Mamá quería que me quedará para ayudar a Hanna en la veterinaria.
Sasuke alzó la ceja—No se oye tan malo.
—Quería que la ayudará toda la noche.
Sasuke asintió, si Kiba se quedaba toda la noche a ayudar a su hermana en la veterinaria, entonces los entrenamientos que por lo general eran a las ocho de la mañana, serían imposibles para él. Tenía sentido.
—Si Hinata te citó a ti también —continuó Kiba luego de recuperar el aliento por completo—, quiere decir, que se trata sobre los entrenamientos.
Sasuke asintió para luego agregar—También hay algo que quería decirles.
—¿Qué es?
—Hablé con Itachi anoche.
—¡¿Es así?!
—¡Lamento la tardanza! —Hinata llegó al suelo luego de un salto. No esperaba que Neji se pusiera tan pesado con respecto a llevar una escolta. Su primo insistió por largo rato cuales serian las razones por las que ella debería resignarse y aceptar protección de su clan como la heredera. Hinata se negó rotundamente, pero Neji insistió; antes de que se diera cuenta el reloj seguía avanzando y ya había llegado la hora de salir.
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Tú y yo
MaceraNaruto se perdió. Nació y nadie nunca jamas lo volvió a ver. El mundo ninja siguió su curso como estaba establecido en el destino, sin embargo... un día de esos que Hinata no podía dormir encontró un pozo que la llevaba a un mundo distinto al suyo...