⇝「Capitulo III」

4.9K 630 144
                                    

El viaje de vuelta a su casa se había sentido mucho más largo de lo normal y cuando Jimin vio que al fin entraban a la calle donde vivían, sintió un alivio pasar por su cuerpo.

Cuando su madre estacionó el auto en el garaje, salió y prosiguió a abrirle la puerta al joven esclavo.

Antes de que pudiera quitarle el cinturón, ya el chico se lo había quitado apresurado y bajaba condelicadeza del auto.

—Ven. — Dijo Jimin con suavidad y caminó hacia la puerta de su casa.

La abrió y dejó pasar primero a su madre, luego al esclavo y luego él. Estaba volteado cerrando la puerta cuando escuchó un fuerte golpe contra el piso.

Asustado, se volteó y vio al esclavo arrodillado frente a él. Jimin miró a su madre en busca de ayuda, pero ella solo miraba al pobre chico arrodillado a los pies de su hijo.

¿P-Puedo ha-blar? — Tartamudeó el chico en un susurro y Jimin sintió como su corazón se retorcía.

—Por supuesto que puedes hablar. — Respondió Jimin aguantando las ganas de llorar.

— Puedes hablar siempre que quieras, no tienes quepedir permiso.

— ¿A quién...? — Empezó a preguntar el joven pero una leve tos escapó de sus labios. — ¿Estaré al servicio de la Dama o el suyo, Señor?

—A mí... — Respondió Jimin tragando grueso.
— Me estarás... ayudando a mí.

Jimin vio al chico asentir un poco y luego se quedó estático. Miró a su madre de nuevo, sin saber qué hacer. Su madre señaló a las escaleras y Jimin sonrió agradecido.

—Ven, levántate. — Dijo Jimin y extendió unamano para ayudar al chico.
— Vamos a mi habitación. Bueno, nuestra habitación.

El chico miró la mano extendida pero no la tomó, sino que se levantó por sí mismo.
Jimin empezó a subir la escalera y al mirar sobre su hombro, notó que al joven esclavo le costaba trabajo subir los escalones.

—¿Necesitas ayuda? — preguntó y el chico negó frenéticamente con su cabeza.

—N-No, señor, yo puedo solo...

—Regla #1: No me mientas. — Dijo Jimin mirando al chico y lo vio como frenó sus intentos de subir por sí solo. — Preguntaré de nuevo,¿necesitas ayuda?

—S-Sí, señor...

Jimin sonrió al escuchar la respuesta susurrada del chico y se acercó a él. Con mucho cuidado, lo alzó como alzan los Novios a las Novias en la noche de bodas y escuchó como el esclavo soltó un suspiro de sorpresa.

La sonrisa de Jimin desapareció al instante de alzarlo; no pesaba nada. Necesitaba cambiar eso pronto. Muy despacio para no lastimar al chico, Jimin subió los escalones y llegó a su habitación. Por suerte la puerta estaba abierta, así que pudo entrar con fluidez y cuando iba a acostar al esclavo en su cama, el chico soltó un grito desesperado.

—¡¡N-No, Señor!!

—¿¿Qué pasa?? — Preguntó Jimin asustado ante el repentino cambio del chico que aún tenía en sus brazos.

—En su cama no, Señor, no quiero ensuciarla.

Jimin frunció su ceño y miró al chico. Estaba totalmente limpio...Y luego sintió como su alma se le caía a los pies al darse cuenta de que no se refería a esa suciedad, sino a la suciedad de ser un esclavo.

—Por eso no te preocupes, ¿sí? — susurró Jimin al esclavo y con delicadeza lo depositó sobre la cama.

El chico se quedó rígido sobre la cama, como evitando moverse para no tocar más partes de la cama de las debidas.

Jimin movió la silla de su escritorio y la colocó frente a la cama, sentándose justo al frente del chico de ojos cielo.

Y se dedicó a observarlo.

La historia es su mayoría es "Fuerte" por el aspecto de que hay tratos algo desagradable de personas hacia los "Esclavos"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La historia es su mayoría es "Fuerte" por el aspecto de que hay tratos algo desagradable de personas hacia los "Esclavos".

POR FAVOR NO SEXUALICEN LA ESCLAVITUD.

Gracias por leer.

Liberame «JIKOOK» ┇ AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora