⇝「Capitulo V」

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—Siéntate. — Dijo Jimin mientras palmeaba la tapa del servicio sanitario.

Obediente, Jungkook caminó despacio y tomó asiento. Jimin caminó hacia el gabinete que estaba sobre el lavabo y sacó algodón y una pomada que su madre le había aplicado una vez para un golpe.

Sacó también el enjuague bucal y rápidamente se enjuagó la boca; después de vomitar, su madre le había pasado una botella de agua para que lo hiciera pero no había sido suficiente.

— Quítate la camisa. — Dijo cuando tenía el algodón y la pomada en sus manos.

Jungkook abrió sus ojos como platos mientras levantaba con lentitud la prenda. Un sonrojo subió por las mejillas de Jimin al ver la pálida piel revelarse. Despacio, Jimin se acercó a Jungkook y se colocó frente a su espalda. Los moretones se veían aún más dolorosos al tenerlo tan cerca.

Con un suspiro, echó un poco de la pomada en el algodón y lo presionó con suavidad en la piel de Jungkook. El ojiazul saltó un poco al sentir el contacto.

—Prometo que no te va a doler. — dijo Jimin mientras rozaba los moretones con el algodón. — De hecho, te va a refrescar la piel y te va a aliviar.

—Es solo... — Empezó a decir Jungkook pero se interrumpió. Jimin murmuró un pequeño 'hmm' para hacerle saber que podía seguir. — Es solo que está frío...

Tras escucharlo, Jimin rozó sus dedos por la piel del ojiazul y notó que estaba muy caliente.

¿Tienes más... golpes en alguna otra parte? — Peguntó Jimin cuando terminó de aplicar la pomada. Jungkook se quedó quieto unos segundos y luego asintió con su cabeza.

— ¿Me mostrarías dónde?

Jungkook se levantó despacio y Jimin notó que estaba sonrojado. Entendió por qué estaba sonrojado cuando lo vio bajándose los pantalones.

Antes de que Jimin se pudiera sonrojar o reaccionar al hecho de que tenía a un chico atractivo en bóxer en el baño, vio como las piernasdel ojiazul estaban forradas en salvajes moretones y raspones.

—Por dios, Jungkook. — Susurró Jimin con sus ojos sellados en las lastimadas piernas.
¿Qué mierda te hicieron?

—Fue solo un castigo... — Respondió Jungkook murmurando y observando detalladamente a su dueño.

Su poseedor era muy extraño y le provocaba un vacío en el estómago cada vez que le hablaba de aquella manera tan dulce en la que lo hacía. Jungkook había tenido a dos poseedores antes que él y ninguno se había comportado de una manera tan extraña.

Ninguno jamás lo hubiera cargado por las escaleras y mucho menos lo hubieran dejado sentarse en sus camas. De hecho, era la primera vez que Jungkook recibía tratamiento sobre sus heridas.

— ¿Castigo? ¿Y quién mierdas les da permiso de castigarte de esa manera? — Dijo Jimin para sí mismo enfadado mientras se arrodillaba y aplicaba más pomada sobre las heridas.

—Esto les da el derecho. — Dijo Jungkook sin poder evitarlo y estiró su brazo, mostrando el tatuaje con su nombre de esclavo, 'C-301'. Jimin lo miró unos segundos y luego bajó la mirada, negando con su cabeza y aplicando la pomada. Un silencio sepulcral invadió el baño.

—Quiero que quede algo claro. — Dijo Jimin minutos después cuando terminó y se levantó, quedando de pie muy cerca de Jungkook. El ojiazul estaba fascinado con aquellos hermosos oscuros tan cerca de los suyos.
— Nadie nunca tuvo el derecho de lastimarte ni lo tendrá. Me importa un carajo lo que diga el mundo y lo que diga el tatuaje que forzaron en tu piel; yo NUNCA voy a herirte. ¿Entendido?

Con esa mirada tan potente sobre él, Jungkook sentía como si estuviera clavado al piso. No podía mover ni un solo centímetro de su cuerpo. Poco a poco, fue sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas.

— ¿Por qué haces esto? — preguntó el ojiazul con la voz quebrada y las lágrimas rodaron por sus mejillas sin poder evitarlo. Se sentía terriblemente desconcertado, no entendía por qué su dueño actuaba de esa manera tan bondadosa.

— ¿Qué...? — Empezó a preguntar Jimin asustado pero se detuvo al ver las lágrimas rodar por la cara del joven esclavo.

Sin poder resistirse,jaló al ojiazul hacia él y lo envolvió en un delicado abrazo, teniendo cuidado de no lastimar aún más su espalda.

— ¿Por qué eres bueno? — Preguntó Jungkook con sucara presionada al cuello de su dueño. Sus brazos colgaban inmóviles al lado de su cuerpo.
— ¿Por qué no eres como los demás?

Jimin se quedó sin palabras al escucharlo. Realmente no sabía cómo responderle. Sabía que la población, en su mayoría, era realmente cruel con los esclavos. Sabía que su comportamiento hacia su esclavo le resultaría extraño al mundo, pero Jimin se rehusaba a tener el mismo estilo de vida tan enfermo que los demás.

—Vamos para que comas. — Dijo Jimin cuando sintió que Jungkook había parado de sollozar y se separó un poco del abrazo.

Jimin era un poco menos alto que Jungkook, así que al separarse, tuvo una vista perfecta de la carita de Jungkook mirar hacia arriba para poder mirarlo.

Aquella carita con las mejillas sonrojadas y húmedas por las lágrimas era lo más bonito que Jimin había visto en su vida.

Aquella carita con las mejillas sonrojadas y húmedas por las lágrimas era lo más bonito que Jimin había visto en su vida

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Liberame «JIKOOK» ┇ AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora