Liberame «JIKOOK» ┇ Adap

⇝「Capitulo XXVIII」

El camino vuelta a casa fue silencioso y cómodo. Solo se escuchaba la música de la radio y los segundos en los que Jimin cantaba siguiendo la letra de las canciones que sonaban.

El mayor llevaba una mano sobre la rodilla de Jungkook y el ojiazul llevaba su mano sobre aquella. Su cabeza iba recostada al asiento y su mirada estaba fija en el perfil de Jimin. El ojinegro había notado aquella mirada sobre él, pero no había querido decir nada porque sentía lindo que Jungkook se concentrara tanto en él.

Jungkook soltó un suspiro y recordó la conversación que había tenido con SeokJin hacía unas horas. Habían estado conversando los cuatro por un largo rato hasta que TaeHyung recordó que no habían terminado de llenar los formularios, así que SeokJin se ofreció a prepararles algún bocadillo y Jungkook se levantó emocionado para ayudarlo.

Sabía que su Jimin odiaba que hiciera todo por él, pero Jungkook era feliz consintiéndolo con ese tipo de cosas. Habían estado preparando unos sándwiches conversando casualmente de sus vidas, hasta que SeokJin dijo algo que sobresaltó a Jungkook.

-TaeTae es muy bueno conmigo. - dijo el castaño y Jungkook sonrió al ver la sonrisa genuina en sus labios. -Siempre me ha cuidado mucho de su padre y de todo en general. La primera vez que fuimos íntimos no dejaba de preguntar que si estaba bien...-

- ¿Fueron íntimos...? - preguntó Jungkook con los ojos muy abiertos y miró fijo a SeokJin.

-Sí, es decir que tuvimos Sex...-

-Yo sé lo que significa. - dijo Jungkook rodandolos ojos.

-Es solo que me habías contado...

Jungkook dejó la frase abierta. Cuando eran esclavos en la misma casa, una noche, SeokJin le había contado que cuando era pequeño, uno de sus dueños había intentado abusar sexualmente de él. Jungkook recordó lo mucho que habían llorado esa noche, porque SeokJin había tenido la desdicha de nacer esclavo, es decir que sus madre era esclava entonces él directamente heredada el estatus, así que cuando el tipo había intentado abusar de él, SeokJin era solo un niño.

-No fue fácil. - dijo SeokJin con una sonrisa pequeña en su rostro y siguió preparando los bocadillos para ocupar sus manos. - Me tomó un buen tiempo en confiar en él, pero luego me di cuenta de que realmente me quería y que yo lo quería a él. Así que confié y fue la mejor decisión.

Después de aquella conversación, habían salido de la cocina con los bocadillos en manos. Los colocaron en la mesa y Jungkook se sentó de nuevo en el regazo de Jimin. El sentir su brazo posesivo rodearlo por la cintura una vez más habían provocado que su cuerpo se estremeciera. Ahora al verlo en el auto, concentrado en la carretera, se tomó el tiempo en admirarlo.

Realmente Jimin era el chico más guapo que Jungkook había visto. Su cara perfilada, su fuerte mandíbula, sus profundos ojos y su cabello salvaje se complementaban a la perfección.

Miró la mano que tenía el mayor sobre su rodilla y admiró la manera en que las venas se sobresalían de ella. Miró su brazo y observó cómo sobresalía el músculo del bícep. Jungkook sintió un cosquilleo en su bajo abdomen al recordar cómo se sentían aquellos brazos alrededor de su cuerpo y como se sentían aquellas manos sobre su piel.

Devolvió su mirada al rostro de Jimin y se quedó mirando fijo sus labios. Carnosos, gruesos y brillantes y recordó la manera en que se sentían aquellos labios sobre los suyos. Sintió un cosquilleo en su entrepierna al recordar la manera en que Jimin le había mordido el labio la primera vez que se besaron y de pronto sintió la necesidad de sentir aquellas mordidas en cada centímetro de su piel.