⇝「Capitulo XXV」

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Era su ex compañero de la secundaria, TaeHyung.

— ¿TaeHyung? — preguntó Jimin para verificar.

El peli-gris asintió y caminó hacia él. Jimin pudo ver que a su ex compañero lo seguía un joven chico de cabello semi largo y castaño, de mejillas rosas y piel clara, con su cabeza gacha y manos unidas al frente. Básicamente igual a como estaba Jungkook en ese momento.

—Wow, no te veía desde que nos graduamos. — dijo el más alto y Jimin pudo notar que el chico tenía el cuerpo un poco tenso.

—Sí... — respondió Jimin y jugó con sus dedos, nervioso. La presencia de alguien que más o menos lo conocía lo ponía nervioso dado que temía que notara su comportamiento hacia su esclavo.

— ¿Qué haces aquí?

—Lo mismo que tú, supongo. — respondió el peli-gris y señaló la oficina de secretaría detrás de él.
—Vengo a pedir información sobre la universidad.

—Claro, por supuesto. — dijo Jimin con una risa nerviosa y deseó patearse por hacer una pregunta tan estúpidamente obvia.

—Podemos ir juntos, si quieres...

—Eh, sí. Vamos. — respondió Jimin por cortesía. La verdad era que lo único que quería era tomar a Jungkook y huir del lugar.

Estaba terriblemente asustado de que TaeHyung notara algo extraño en ellos, a pesar de que nunca habían sido muy unidos. Pero en realidad Jimin nunca había sido muy unido con nadie. En la primaria había tenido muchos amigos, pero tan pronto ingresó a la secundaria, todo cambió.

Con la adolescencia había llegado también la consciencia de lo que era el mundo de los libres y los esclavos, y sentía repulsión por todos sus compañeros, dado que todos eran exactamente iguales a todo el mundo; crueles e inhumanos con sus esclavos.
Por esa razón Jimin se había graduado de la secundaria y había cortado cualquier mínima relación que pudo tener con algún compañero o compañera.

Aunque, ahora que lo recordaba, TaeHyung tampoco había sido de tener muchos amigos en la secundaria. En silencio ambos se acercaron a la oficina y Jimin sintió sus hombros tensarse al estar en el marco de la puerta. Si le decían algo similar allí a lo que le habían dicho en la anterior, de que los esclavos no podían ingresar, no perdería su tiempo y se iría de allí inmediatamente.

Para su suerte, los cuatro ingresaron a la oficina sin problema y la secretaria los invitó a sentarse en las dos sillas frente a su escritorio. Los dos esclavos se arrodillaron uno al lado del otro junto a sus dueños y la secretaría inició con la pequeña charla informativa. Una vez más, la universidad parecía prometedora y Jimin se alegró al ver los diferentes tipos de habitaciones que ofrecía el campus.

— ¿Entonces puedo tener una habitación solo para mí y para mi esclavo? — preguntó TaeHyung y Jimin lo miró curioso y luego miró a la secretaria.

—Por supuesto. Puedes tener una así o una compartida con otra persona y su esclavo. — respondió la chica con una sonrisa.

— ¿Y mi esclavo me debe acompañar a todas mis clases o debe quedarse en la habitación?

—Eso queda a criterio de los poseedores. — respondió la chica a Jimin y su mirada se tornó curiosa.

— Veo que preocupan mucho por sus esclavos.

—Me gusta cuidar lo que es mío. — soltó Jimin con la quijada tensa y se arrepintió al instante al ver la manera en que lo miraron la secretaria y TaeHyung.

Liberame «JIKOOK» ┇ AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora