Tuya || 𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒.

9. Closet incómodo.

"oh, mierda" Dijeron ambas al escuchar que la perilla estaba por abrir pero recordó mei que tenía seguro así que no estarían en tantos problemas pero el sonido de unas llaves se hicieron presentes. ¿Qué mierdas, destino?

La puerta se abrió, entro el director mientras maldecía entre dientes, podía jurar que se escuchaban el rechillido de sus dientes.
Se sentó en su perspectiva silla acomodando sus piernas, sintió que choco con algo pues se extraño ya que nunca había dejado algo con el cual le molestara, se asomo y vio que era solo una chamarra, su chamarra. La cual siempre traía y la puso atrás de la silla mientras que en otro lado, más bien en un closet estaban las dos hermanas. Yuzu estaba tan incómoda, el trasero de la menor chocaba con su entrepierna provocando casi una erección.

– …te odio… – menciono la ojos glaucos de la nada, susurrando cerca del oído de la violáceo.

–Yo también pero ahora no podemos hablar ¿Ajá?–  miro de reojo, por encima de su hombro a la mayor. Quién portaba su cara de disgusto.

– De acuerdo.

Quedaron unos momentos en silencio, hasta que las caderas de mei comenzaban a moverse con lentitud. Yuzu rasguño el muslo de mei, haciendo depender de esa acción que parara a lo cual no dió ningún resultado favorable. Incluso movió hacia adelante y atrás con el poco espacio que había en el closet.  Una erección inesperada obtuvo okogi, se recargo en el hombro de la menor y gemía a susurros.

Mei sonrió de lado victoriosa.

El teléfono sonó, asustado a la pareja pensando que era el de ellas pero no, era del director al momento contesto.

–¿Que se le ofrece?...Si, se que lo asesinaron lo ví en las noticias....ya se que es algo ilógico que muriera a mordidas de la chica.....No lo sé pero creo que está en este instituto...– con eso colgó la llamada a continuación se levantó y se dirigió a la puerta cerrando la con seguro.

Las chicas dieron un suspiro de alivio, salieron como si nada hubiera pasado pero aún no se quitaban de la cabeza aquella conversación del director. ¿Exactamente qué es lo que está sucediendo?

– Por favor mei, vamos a casa.

–Te sugiero que vayas a tu clase.

Salieron del closet y acomodaron sus uniformes.

–Me vuelves completamente loca– Saboreo sus labios.

La Ojipurpura busco sus cosas por toda la oficina, hasta que las encontró un poco alejadas, la jalo pero había quedado atorada con un cajón lo jalo con más fuerza y del cajón salieron papeles.