–Buenas noches, ¿tiene pastillas para dolores de vientre?– No sabía cómo decir eran para cuando estaba en celo, supongo que es más efectiva de dolor de vientre.
No entendía nada al respecto sobre eso, era su mamá quien siempre las conseguía pero no está fue con una cita con el padre de la loca que se encontraba en la casa.
–Si claro, toma serían quince yenes– dijo con una sonrisa la cajera de cabellera oscura.
–G-gracias linda...ammm...¿seguirás aquí? Quiero decir ¿no cambiaras de turno? – menciono de la nada, sorprendiendo a la contraria. De cualquier le afectaba su celo, solía coquetear a lo idiota como justamente lo estaba haciendo ahora.
–Bueno, si estaré aquí en ocho semanas las veinticuatro horas, no me iré de aquí, aunque puedo hacer una excepción por tí – le guiño el ojo, siguiendo su juego de la rubia de coqueteos absurdos.
–¿Me pasaría su número señorita...? – su pregunta quedó en el aire al percatarse de que no sabía del nombre de la bella dama que se encontraba al frente. Pauso, curvando sus cejas.
–Nanami– Dijo con una sonrisa radiante.
–N-nanami~ – de inmediato se tapo la boca pues no esperaba un gemido –Y-Yo lo siento,es que bueno, yo, etto...
–No nos conocemos y ¿ya estás en mis pies? Nueva insignia– Río burlonamente.
–Toma este es mi teléfono Na-nami
–¿Y con quién tengo el gusto? Se puede saber.
–Yuzuko, yuzuko okogi.
–Bueno yuuzi nos vemos – le guiño el ojo a la contraria.
–Igualmente Nanami – Salió de ahí con tranquilidad, pero se esfumó cuando una silueta estaba frente a sus ojos; con aquella cabellera azabache y unos violaceos distinguidos en la oscuridad.
Número uno: perros con la sed de sexo.
Número dos: Mei.
Y ahora tres: Le había enviado un mensaje nanami enfrente de mei.–Me cago en la puta.
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Tuya || 𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒.
FanfictionRealmente deseaba alejarse del amor...pero a su mala suerte llego su hermanastra con un traje comprometedor y a su cama. Definitivamente no tenía la suerte a su lado.