Al intentar caminar silenciosa, a los oídos de la rubia se escuchaba el punta, tacón, punta, tacón. Algo que a mei la descubría de su "sigilo". Con pocas fuerzas en sus piernas, puso el seguro de la puerta para que así ya no entrara la azabache y probablemente la violase.
Al acomodarse en la cama se escuchó el intento de abrir la cerradura, por lo contrario intentaba abrirla a su mala suerte no sabía en dónde estaba la llave de la puerta.La alpha intento reírse por el esfuerzo en vano de la menor, pero su cuerpo temblaba y dolía incluso su garganta. ¿Debería de ser bueno o malo? Pensaba en todas aquellas veces que en sus semanas de celo no dolían como suelen hacerlo ahora, quizás será porque ya es una adulta...no, no tiene sentido.
De repente. Las luces comenzaron a parpadear como una película de terror se tratase, al alcance de la rubia solo abrazo a una almohada del susto pero mei en su "distracción de luces fiesteras" abrió la puerta con algunas de sus tantas habilidades. El cuarto era muy oscuro, demasiado, yuzu intento ir tras las ventanas algo que logro con poco éxito su objetivo ya que resbaló y cayó al suelo. Intento visulizar un poco más allá de su alcance al reflejo de la luna pero solo miraba de un lado a otro deslizarse esa cabellera negra. El pánico ocurrió más adelante cuando la cabellera dejo de moverse. Ahora solo se escuchaban pasos delicados.
Se levantó, temblandole las piernas intento caminar pero el celo atacaba con su pequeña cuchilla repetidas veces el vientre de la alpha
Intento avanzar hasta su cama y recostarse un rato. Hasta que unas frías y delgadas manos tocaron sus glúteos, ambos glúteos. Brinco por obviedad; escucho una risa por parte de la azabache.
Miro sobre su hombro, no estaba la omega, se tenso al solo pensar que se encontraba frente a ella; sudo frío por un instante, giro lentamente su cuello; no había nadie. Dejo salir un relajante suspiro de paz, pensando que ya se había ido de la habitación. Cuando intento cerrar las grandes cortinas se encontró con la omega con una ligera sonrisa en su rostro.-¡AAAHHH!- grito yuzu con miedo y enojo, mei la empujó para que cayera a la cama algo que logro con éxito, la rubia intento levantarse inmediatamente pero la azabache ya estaba en su vientre doloroso. - ¡Déjame, suéltame, suéltame!
- Claro que no - se acercó a su oído - esto es lo que quieres.
Sabía que no iba aguantar mucho pero luchaba por ello.
-L-largate de aquí - la voz cada vez sonaba más a gemido.
mordió y chupo la oreja de la rubia haciendo que está, se estremeciera más y sacara más de un gemido de su boca. ¿Cómo es que es tan jodidamente buena en tocar los puntos más débiles de yuzuko okogi? Quien sabe.
Acto seguido, mei empezó a bajar su mano hasta llegar a la intimidad de la alpha sonrió ante sus acciones. Alzó su mirada y miro como la rubia tenía su brazo cubriendo la mitad del rostro. No quiera que la azabache a esto le causará más satisfacción.
-¿Te molesta el pantalón verdad? Cariño - desabrocho uno por uno los botones del pantalón y luego bajo el cierre hasta que su bulto de hacia cada vez más grande, esto sorprendió a mei pero ¿Que más da? Bajo el boxer y su pene está más que preparado.
Tenía una gran erección.
Nadie decía una sola palabra solo disfrutaban las acciones de la menor.
Bajo su cabeza hasta llegar al pene de yuzu; primero lo empezó a masturbar poco a poco, la mayor solo respondía a gemidos, se estaba dejando dominar por quien es su hermanastra.
Ahora, estaba preparado el pene, demaciado duro para dar el siguiente paso: acercó su boca lo suficientemente para así poco a poco estar a un solo centímetro de él.
Lo saboreo hasta empezarlo a chupar.Comenzó a lamerlo cómo si se tratase de una paleta de hielo, a diferencia que está, no está congelada y es algo que provoca mucha excitación. Los gemidos de yuzu, era lo único que rompía el hielo en aquella habitación.
Estaba cumpliendo muchas expectativas la violáceo; Finalmente, al fin había llegado este momento que había ansiado con todas sus fuerzas. Estaba masturbando a su hermanastra y era algo verdaderamente bueno - para mei -.
La mente de yuzu estaba en su totalidad vagancia, no sabía ni que era lo que quiera. ¿Estaba disfrutando del momento? Claro que sí, pero era erróneo el sentimiento que tenía hacia su cómplice. Seguramente ya estaría linchada por sus padres al enterarse de todo esto.
Un pequeño fragmento de la mordida llegaba a su conciencia, mei básicamente ya era suya y de ella. Esto alteró el placer de la rubia, ya tenía contemplados los planes de la omega. Era:Tener sexo. A huevo.
Fue suficiente para que yuzu con poca fuerza estirará su brazo y pillar el frasco de pastillas anti-celo y tomarse dos si es necesario. Al instante le quito los escalofríos al igual que le quito el celo y mei sin figarse ya que estaba tan ocupada por hacer que "su" alfa estuviese complacida.
-Basta...- Empujó toda su cabeza levemente hasta que el pene no estaba en su boca - no quiero que esto se vuelva a repetir.
- No será tan fácil escapar de mi, Okogi - arreglo bien su ropa y salió de la habitación donde compartía con su hermanastra.
-"Ni siri tin ficil iscipir di mi" - menciono con burla y remedo la mayor haciendo movimientos extraños con sus manos como solía hacerlo su hermanastra.
Eso lo veremos ...
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Tuya || 𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒.
FanfictionRealmente deseaba alejarse del amor...pero a su mala suerte llego su hermanastra con un traje comprometedor y a su cama. Definitivamente no tenía la suerte a su lado.