7|| Winter Heart

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Votaron en Instagram y dijeron que querian actualización de Ignite tambien así que aquí está, habrá un maraton esta semana así que esperen capitulo para Navidad tambien al igual que para Equilibrium.

Los amo...


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Vaella estacionó el auto en el Hospital General de Westeros, tuvo que sostenerse del volante un par de minutos antes de tomar el valor para bajar de su auto. Sabía que tan pronto la vieran entrar, la familia Lannister estaría casi sacándola a patadas. 

Se puso las gafas pues pudo ver que había un par de reporteros en la entrada, y mientras caminaba hacia la entrada las mismas preguntas la acechaban, en las voces distorsionadas de los reporteros que buscaban su mejor ángulo, mientras el hombre de seguridad le abría paso entre la muchedumbre con cámaras en el hombro y micrófonos interponiéndose en su rostro. 

Tan pronto como las puertas eléctricas se abrieron, y el pasillo blanco le dio la misma seguridad que le daba a los enfermos que entraba, pudo respirar. 

—Vigila la entrada por favor— le pidió al hombre que llevaba un traje con el dragón de tres cabezas bordado en la solapa. 

Camino hacia la recepción donde estaba una enfermera de piel apiñonada, con los rulos atados en un chongo que le daba el protagonismo a su rostro. 

—Buenos días— saludó, y los enormes ojos cafés de la enfermera se posaron en ella, la mujer intentó decir algo, pero las palabras no salían de su boca, simplemente parecia tomar aire para hablar, pero seguía sin emitir sonido. 

—Lady...Vaella— logró pronunciar con un hilo de nerviosismo, el mismo que tenían las personas cuando la conocían por primera vez. 

—Hola, necesito saber la habitación de Lady La... Cersei— asintió delicadamente mientras tecleaba algunas cosas en el computador que estaba a su derecha. 

—Está en el cuarto 406, quinto piso— Vaella asintió delicadamente no sin antes pronunciar un "gracias" por la amabilidad de la enfermera. 

Tomó el ascensor, aún estaba nerviosa, probablemente Tywin Lannister la echaría de ahí o peor aún, Robert Baratheon encontraría la excusa perfecta para ponerle una bala entre ceja y ceja. 

El pasillo era tan largo como el de la recepción, pero al final de este había una enorme sala de espera con sillones del mismo color azul pálido que los demás muebles, además de los adornos que cristal que parecían flotar sobre los muebles. 

—¿Vaella? — Jaime fue el primero en levantarse y saludarla; pudo reconocer a Lady Joanna tratando de hacer una llamada en una esquina de la sala, mientras un par de niños estaba sentado junto a Tyrion Lannister, el hombre era fácil de reconocer, a pesar de solo haber cruzado un par de palabras en la gala del año pasado, sabía que no era bien recibido en los eventos de la sociedad por su problema físico.

 —Vine a cubrir la cuenta del hospital, de verdad me siento culpable— el Lannister iba a responder, pero fue interrumpido por los pasos de su madre, el aroma a perfume francés los golpeo como si fuese una bofetada certera. 

—¿Qué hace esta mujer aquí? — preguntó con el desdén en la voz. 

Joanna Lannister era una mujer alta, de un cuerpo esbelto y mirada esmeralda, justo como los Lannister, su cabello rubio bien recortado le daba ese aire de superioridad que muchas mujeres en Westeros deseaban. 

Iba vestida pulcramente, con un traje blanco con tacones que combinaban con su abrigo de una marca reconocida. En cuanto movió las manos pudo notar el sin fin de pulseras doradas que adornaban su brazo. Además del sorprendente anillo de bodas, una reliquia de la casa Lannister. 

𝐈 𝐆 𝐍 𝐈 𝐓 𝐄 || 𝐉𝐚𝐢𝐦𝐞 𝐋𝐚𝐧𝐧𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫 [ᴍᴏᴅᴇʀɴ ᴀᴜ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora