𝐈 𝐆 𝐍 𝐈 𝐓 𝐄 || 𝐉𝐚𝐢𝐦𝐞 𝐋𝐚𝐧𝐧𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫 [ᴍᴏᴅᴇʀɴ ᴀᴜ]

8||Falaise

«¿Estas libre esta noche?» 

«¿Es una cita?» 

«Sí, es una cita y así cubrirás tu deuda conmigo» 

«Eres insufrible, Lannister» 

«Iré por ti a las ocho de la noche» 

«Perfecto, te veo ahí» 

«Nos vemos, Vaella» 

Sonrió por lo bajo cuando terminó de leer el mensaje que le había enviado Jaime Lannister, su hermana la veía desde el otro lado del escritorio con curiosidad, mientras comía algunas gominolas. 

—Papá te va a matar— alzó la mirada para encontrarse con los ojos de Daenerys. 

Después de la plática con Viserys, habían salido a la fundación, porque tenía trabajo ahí, los refugiados que habían llegado tenían problemas para ingresar a Westeros y Vaella trataría de hacer más rápido su acceso al país. 

—Deberías ayudarme a revisar cada caso— Dany alzó los hombros tomando una de las carpetas de color paja que estaba costurada como si fuese un libro. 

—¿Qué harás? — le preguntó pasando de nuevo los ojos por el nombre de una familia proveniente de la bahía de los esclavos. Si bien una parte de Meereen ya se había liberado de prácticas que atetaban contra la dignidad humana, otras pequeñas partes seguían reprimiendo a su población, es por eso que Daenerys había propuesto la fundación Mhysa, que apoyaba a familias que lograban escapar. 

—Nada, Dany— respondió mientras redactaba un par de oficios que le servirían al hombre de mediana edad que estaba mirándola desde una fotografía en el expediente. 

—Jaime Lannister es guapo— dejó de escribir para acribillarla con la mirada. 

—Sí, es muy guapo, igual que Jon Snow— 

Daenerys frunció el entrecejo para mostrarle la hoja de ingreso de la familia que estaba estudiando, Vaella le pego un papel fosforescente para no perder de vista dicha prueba. 

—Jon va a entrar a la Guardia de la noche— cerró la computadora portátil solo para poner más atención en la plática que estaban a punto de tener. 

—Siento que es más una idea de Catelyn— Daenerys roló los ojos cuando nombro a la Tully. —Pero puede desistir, hablaré con Benjen— su hermana abrió los ojos. 

Benjen era de los poco Stark que le caía bien, además había sido su entrenador personal durante los años de Universidad, casi nunca tomaba las palabras de su familia en serio, aunque los atesoraba, era por eso que decidió unirse a la Guardia de la Noche. 

—Rhaegar lo odia— no le sorprendía que eso fuese así, pues su querido hermano mayor siempre odiaba a todos los hombres que se le acercaran. 

—Rhaegar odia a todo el mundo— Daenerys le lanzo lo que quedaba de la bolsa de gominolas y Vaella atacó un par de éstas con los dientes. 

— En eso tienes razón—. 

Habían terminado la plática, que por un segundo Vaella pensó duraría una eternidad, la cabeza no le daba para seguir pensando ideas de como desviar la atención de Daenerys del tema de Jaime Lannister, y es que le molestaba pensar en él la mayor parte del tiempo. 

Jaime arribó a la mansión Targaryen cinco minutos antes de lo planeado, el lugar era una expresión de lo buena que había sido la vida para los Targaryen, y es que la familia era conocida en cada libro de historia por haber conquistado Westeros, por haber sido reyes por muchos siglos hasta que el declive los acabo.