Una Ultima Oportunidad para Grey[ Cristian Grey ]

XVIII

NORAH:

La fiesta que celebraban los Greys por su aniversario, era grandiosa y muy  opulenta, me sentía maravillosa de estar ahí y honrada de acompañar a Cristian y a su familia, en la celebración del amor, que hace 33 años, sus padres decidieron jurarse.

La casa, estaba maravillosa y el ambiente ni digamos, todo estaba exquisito, la acertada decoración y ni hablar de la música, la agrupación que tocaba era para morirse de la emoción, y a pesar de estar rodeada, de todo ese lujo, a mi gusto innecesario, me sentía un poco ansiosa y nostálgica, los chicos no estaban cerca de mi, aun sabiendo que estaban bien, me sentía mal, por no tenerlos cerca. Y al parecer Cristian pudo notarlo...

- Te encuentras bien, love?

- Sí, solo es la brisa de la noche que me hizo temblar un poco, pero todo esta bien. Gracias por traerme aquí y compartir conmigo, esta noche, tan especial.

- Gracias a ti, por no negarte y ser parte de esto. Te Quiero y hablo enserio, por esta noche no te preocupes por el resto solo concéntrate en disfrutar por una vez y en Nosotros...

Deseé con todo mi ser, que así fueran las cosas, pero estaba mas equivocada y cerca de descubrirlo, mientras Cristian y yo nos decíamos cosas tiernas, a nuestras espaldas, hacia su entrada triunfal, digna de una reina, quien fuera en el pasado, su primer amor, Anastasia Steele.

Debo reconocer, lo hermosa que es, y ese halo de inocencia y  fragilidad que la envuelve haría, que cualquiera pierda la cabeza por ella. Una gracia que hacia que cada hombre volteara la cabeza para apreciar la belleza que frente a ellos desfilaba, y supe que para Cristian ella no estaría desapercibida.

- Buenas noches con todos, soy Anastasia Steele, tú debes ser Norah, eh escuchado maravillas de ti,... fue todo lo que me dijo y estrechamos nuestras manos, frente la mirada atenta de los asistentes que desconocían nuestro papel pasado y en mi caso futuro, en la vida del gran Grey.

- El gusto mio, Ana, puedo llamarte asi, verdad?

- Claro, mis amigos mas cercanos lo hacen y ya que como partimos algo tan intimo, creo que llegaremos a ser amigas. No es así, Cristian?

- Este no es el momento ni el lugar para provocaciones, Anastasia. Compórtate y respeta la casa de mis padres. 

Debo decir que he visto al sr. Grey un poco colérico otra veces, pero no como esta, él pobre trataba de hablar teniendo cuidado de que la rabia que sentía por aquella mujer no fuera percibida por las personas que nos rodeaban, y por otro lado, Ana disfrutaba de aquel momento, divirtiéndose y provocándolo a la menor oportunidad.

La noche siguió, la celebración fue hermosa y el espectáculo de fuegos artificiales al final de la velada, fue lo que mas me gustó, y Cristian lo notó. Ana sin embargo, era feliz siendo el centro de atención de todos y de contar lo bien que la trataba el mundo y su gran trabajo como directora de uno de los grandes centros para artistas literarios. Al parecer era feliz, pero no tanto como me lo hizo saber, una vez a solas.

- Ya Regreso, voy al baño, no me demoro..

- Te espero. hasta entonces..

Decidí que tenia que refrescarme un poco, y volver a la normalidad por un momento tantos lujos, me estaban volviendo un poco histérica.

-Espero te estés divirtiendo junto a lo que un día fue mio.

- No sabia que Cristian fuera tuyo o que poseyeras algún titulo de propiedad sobre él. Él es un hombre libre capaz de salir con quien desee y no eres nadie, para prohibírselo. Tuviste tu oportunidad pero la desechaste, así como si nada.

- Jaja querida, ya te llevo a su grandioso cuarto rojo y te enseño como podía divertirse, te enseño que es lo que hace que se prenda y la manera de lograr que alcance el punto máximo, o no eres lo suficiente para hacer que se venga mientras pronuncia tu nombre...

No entendía muchas de las cosas que Ana, decía mi relación con Cristian no pasaba de unos besos sinceros y no tenia claro que era su |cuarto rojo| pero eso me dejo confundida, pero no me quedaría callada frente a las acusaciones que ella me tendría.

- Claro que sé, lo que debo hacer para que un hombre se corra pensando en mi nombre, Ja! pero ese no es un tema que te concierna mi vida sexual es mía, y no debe porque importarte en lo absoluto. Lo que haya pasado entre ustedes es eso, pasado y así será. Deberías superarlo y no arrastrarte por un hombre para el que no significas lo mas mínimo. Solo Lástima, desprecio y un mal sabor de boca

Había olvidado lo que era sentir una buena bofetada hasta que Ana me dio la primera, y luego vino otra, sentir lo metálico de la sangre cuando se fusiono con mi boca.

- Escúchame bien estúpida, él una vez fue mio y besaba el piso que yo pisaba, que no se te olvide porque así como lo tuve puedo volver a estar bajo mi sombra. Decía todo eso, mientras apretaba fuertemente mi muñeca izquierda. Me mostró una sonrisa burlona y pronunció:

- Que tengas buena noche querida, disfrútalo, son una de las pocas que confió, vas a disfrutar con él.

Quedé perdida mirando mi reflejo en el espejo mientras me arreglaba un poco y trabaja de disimular el minúsculo corte que se había formado en la comisura de mi labio, me reproché lo tonta que fui al no defenderme, y ahí en medio de tanto lujo creyendo que era interesante e importante, descubrí, que me había hecho de una enemiga mas, por el simple hecho de empezar a ser amada por quien era.

Una vez mas, ser yo, me estaba causando muchos problemas. Cuando termine de limpiarme decidí que no debía continuar en aquella fiesta, y me retire a mi lugar favorito con las personas que me querían por quien era, me situé en un lugar que no me hiciera el foco de atención, aprecié las vistas y me fui, la magia de esa noche acabó para mi.