POV. Norah
Tuve que salir antes de la empresa ya que la sra. James no podria pasar a recoger a los gemelos por ciertos inconvenientes.
Asi que tuve que ir caminando desde la empresa y ya estoy por llegar, espero que Amy no se halla metido en problemas. Los niños salena a montones, unos muy felices y otros , deseosos de llegar de una vez a sus casas.
Seguro ese es el caso de mis adorables hermanitos.
- !Amy¡ !Louis¡ trato de gritarlos y que asi me escuchen, hago señales raras con mis brazos indicandoles que aqui estoy espero me vean. - Ahi estan!. - Norah!! exclaman los dos, felices de verme al igual que yo de verlos a ellos.
- Viniste, me dice Louis.
- Si!, la sra. James no podia pasar por ustedes, asi que aqui estoy!, ademas tenia tiempo que no venia a recogerlos. Por lo tanto hoy sere su guia mi capitan, le digo con voz extraña tratando de imitar la voz de un militar.
Tomo la mochila de ambos y les digo que me sigan, mientras trato de tomar un taxi y ellos me cuentan como les fue.
- Amy, la reprendo suavemente, no debes molestar a tus compañeros no sabes como podrian reaacionar, y las consecuencias podrian ser peores, debes comportarte mejor, Prometemelo.
- Norah, pero sin son ellos que empiezan.
- Amy, por favor, prometelo. No me importa quien empieza no les hagas caso.
- Esta bien, me responde desganada.
- Esa es mi niña, ven. Me pongo hasta su altura y le doy un suave beso en su cabeza.
Tenia tiempo que no venia por ellos a la escuela, ya que la sra. James hacia eso por mi, a estas alturas habia olvidado lo dificil que es tomar un taxi, llevo las mochilas de los gemelos y casi estoy haciendo maniobras para no caer.
A veces soy un poco torpe y por no caer resbalo con mis propios pies y soy salvada por nada mas, y nada menos, que el sr. Grey, mis ojos se abren hasta querer salirse de su orbita, no puedo creer que este aqui, y me ayude a no resbalar.
Esta tomando mi cintura y su tacto hace que me sienta nerviosa y ansiosa, estoy pasando grandes cantidades de saliva por mi gargante de la impresion nuestras miradas estan conectadas y por un segundo, parezco una tonta enamorada, perdiendo en sus hermosos ojos grises.
- Sr. Grey, bue... buenas .. tardes, tartamudeo avergonzandome al instante, este no sabia que tenia hijos, viene usted a recogerlos?, interrogo.
- Srta. West, buenas tardes, no no tengo hijos, solo pasaba por aqui y la vi, decidi acercarme. Son sus hijos?
- Perdon??, mis hijos, no como cree, estos son Amy y Louis, mis pequeños hermanos, contesto muy orgullosa. Vine por ellos ya que quien lo hacia no podia venir hoy-
Los presento, Amy y Louis saluden al sr. Grey, es el dueño de la empresa donde trabajo.
- Mucho gusto, soy Amy, responde esta con su tipica voz de niña chillona.
- Yo soy Louis.
- Un gusto conocerlos chicos, pueden decirme Cristian y quizas, tal vez podamos ser amigos si quieren.
Quede sorprendida, el sr. Grey proponiendoles a mis hermanos ser su amigo interesante.
- Bueno debemos irnos, los niños deben almorzar y ya es un poco tarde.
- Mi auto esta estacionada alli, y nos señala un Audi A7 de color azul oscuro, estacionada a un lado de la calzada.
- Seria genial gritan los gemelos a la vez. - No lo creo niños el sr. esta ocupado, y...
- No es una molestia Norah, seria un gusto acompañarlos.
Me gusto como mi nombre suena dicho desde su boca, un aire de misterio sensualiadad y, erotismo, si a eso me suena, Y esa oficialmente fue la primera vez que me llamo por mi nombre.... Norah
- No se moleste sr. ya nos ibamos no queremos quitarle su tiempo. Al momento que un taxi se estaciona junto a nosotros.
- Pero Norah!, me dice Amy, siempre tan reclamona, - Por favor,
- No, la corto no iremos, nuestro taxi esta aqui asi que digan adios.
- Adios Cristian, se despiden ambos. Los subo al vuelo al taxi y le digo al hombre que nos lleve al centro comercial. No puedo creer que halla rechazado al sr. Grey
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Una Ultima Oportunidad para Grey[ Cristian Grey ]
FanfictionDespués de la desastrosa separación de Anastasia y Cristian, el siente, que el mundo llego a su fin y que nunca mas habrá nadie que sea como ella y lo haga sentir el torbellino que sentía, cada vez que estaban juntos. Lo que no imagina es, que el de...