𝑯𝒂𝒍𝒇𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅 𝒕𝒂𝒍𝒆𝒔 -.ᴇᴠᴇʟʏɴ

e p í l o g o

𝘭𝘪𝘧𝘦 𝘸𝘦𝘯𝘵 𝘰𝘯, 𝘣𝘶𝘵 𝘯𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘢𝘮𝘦 𝘢𝘨𝘢𝘪𝘯
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narra amanda

Dos horas.

Llegaba dos horas tarde.

Me sentía completamente confundida. Por una parte, pensaba que había hecho lo correcto, pero por otra... no estaba tan segura.

El reloj de la sala sonó en el silencio de la casa. Eran las nueve y media.

Debería de haber llegado a las siete.

Al comprobar su tardanza, decidí esperar un poco más; teniendo en cuenta su clase de baile y nuestro reciente enfrentamiento.

Pero nada.

Conociendo a Evelyn, podrían haber sucedido varias cosas. Puede que se hubiera escapado sin más viendo los sucesos recientes, y que volver a casa no esté entre sus planes. También puede que ahora estuviera descansando tranquilamente en el inframundo por culpa de alguno de esos bichos asquerosos....

Traté de no revolver más el tema. Fuera lo que fuese, no sonaba nada bien.

¿Una semidiosa, bastante poderosa, que llega dos horas tarde a casa sin razón aparente?

Puedo asegurar que no se habrá quedado atrapada en el tráfico.

Le había prometido a Joseph que la protegería. Que la cuidaría y le ayudaría cuando todo fuera mal.

Pero... nadie me advirtió qué pasaría si ella no aceptaba mi ayuda.

Me levanté del sillón, decidida a salir.

Fallarle no estaba entre mis planes.

( . . . )

No había ido al instituto.
No había ido a clase de baile.
No la habían visto entrar ni salir de ningún sitio el día de hoy.

Pregunté y busqué como una loca, pero ni una señal. Tampoco podría arriesgarme a llamarla, recordando que la protección hoy estaba en su punto más bajo, casi inexistente.

Nadie había visto ningún rastro de algún tipo de actividad paranormal o extraña; aún así eso no quitaba la presencia de monstruos.

Ya está. La había cagado.

Apoyé la cabeza contra la puerta principal de la casa. Ya era noche cerrada, y volvía a estar lloviendo.

Hacía frío y las gotas se mezclaban con mis lágrimas saladas.

A no ser que...

Una vocecita salió de mi interior, como un rayo de esperanza. ¿Era yo? No lo sabía. Lo único que sí sabía era lo que tenía que hacer a continuación.

Recuerdo como Joseph me había hablado de él vagamente.

«Allí siempre hallarás respuestas»

Era mi única posibilidad, y esperaba que aquella corazonada no fuera en vano.

Entré a la casa, agarré un chubasquero y las llaves del coche.

Rumbo a Long Island.

[• • •]

The... ¿end?
I don't think so.

—. s a g e ;