Yami Atem - Conociéndote

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Millennium Puzzle, la empresa de Atem se encontraba en completo caos, habían decidido adelantar la pasarela de Italia, ocasionando que el tiempo extra que habían conseguido con esfuerzo se esfumara, todos iban corriendo de un lado a otro mientras pensaban que su presidente se había vuelto loco con aquella decisión, sin saber que quien le había hecho la solicitud había sido nada más ni nada menos que el presidente de KaibaCorp, que en un movimiento para tomar ventaja, le pidió que hiciera aquello.

- presidente – llamó su nueva secretaria, un cambio que había que había llegado del cielo era ella, por fin tenía una decente asistente, pero no hubiera sido posible sino fuera por la ayuda de Yugi y de Joey quienes se habían encargado de prepararla – Aquí están los reportes de las gerencias con su respectivo resumen y papeles que debe firma – agregó mientras dejaba una gran cantidad de papeles en el escritorio ordenado como le estaba diciendo.

-Espera – ordenó con frialdad, la mujer se quedó mirándole un poco tensa - ¿Qué sucede? No te voy a gritar deja de estar tan tensa, ¿ya llegó el joven Moto? – preguntó y pudo ver la vergüenza en el rostro de la joven, parecía que no había esperado sus palabras, había sido difícil para ella adaptarse, pero necesitaba el empleo por lo cual se estaba esforzando al máximo.

-Si, llegó hace media hora – respondió mostrando su rostro rojo al olvidarle de su solicitud de avisarle cuando el joven apareciera, la sorpresa se llenó en la mirada de Yami – ¿Le solicito al joven Moto que suba? – preguntó intentando remediar su error, pero tuvo una gran negativa que la dejó confundida.

-No, solo retírate – finalmente dijo con una voz agotada, ella le miró confundida y buscó irse en silencio, no llegaba a comprenderlo todavía, así que no podía hacer nada más que irse, sin mencionar nada más.

Yami era bien conocido por ser un presidente paciente, frio, pero tranquilo no gritaba ni tampoco se exaltaba con exageración, pero su mirada podría destruir todo a su paso, si algo le molestaba sus ojos te lo dirían, todos tenían pavor de su silencio. Lo que ocasionaba que cada vez que caminaba por la empresa con mal genio todos bajaran la cabeza, nadie se atrevía a dirigirle la palabra, y quien lo intentara recibiría el ataque del faraón.

-Iré al taller... no importa quien llame, no me moleste, al menos que sea el bastardo de Kaiba – fue lo que dijo para irse sorprendiendo a su secretaria, que no esperaba que se expresara así del empresario, siendo él su amigo o eso era lo que le habían informado, además el rostro de Yami parecía inquieto, pero debido a que no permitía ninguna clase de acercamiento, no mencionó nada, ella solo se despidió.

-presidente nos honra con su visita – dijo su diseñador en jefe como bienvenida, el hombre parecía algo tenso, pero se mostró firme, a diferencia de los otros empleados que parecían nervioso con la presencia del hombre.

-Vine a ver como van los diseños... ¿para cuando estarán listos? – preguntó como excusa para comenzar a buscar a su pequeño escurridizo, pero este parecía estar en lo más profundo del lugar, así que siguió adentrándose mientras fingía escuchar a su empleado, cuando llegó al fondo quedó impresionado por toda estructuración y metodología que había en el sitio era impresionante algo que alegraba al empresario, casi nunca iba al taller, pero podía apreciar que eso era obra de su chico.

-Tendremos todo listo, en el tiempo estipulado – informó finalmente – Aunque confieso que no todo el crédito es mío, el muchacho de KaibaCorp nos dio un buen apoyo, todo su equipo hizo un gran trabajo – agregó con cierta timidez, considerando que el alabar a la empresa amiga podría molestar un poco al empresario, pero a diferencia de lo que esperó la mirada de Atem se suavizó y mostró una expresión mucho más feliz.

Rompiendo la historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora