Pelea - Amistad

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Jack estaba en el jardín del hotel golpeando su cabeza contra un muro, se sentía como un verdadero estúpido, no había deseado hablarle así a Yusei, pero todo se salió de control y de un momento a otro, terminó explotando contra él. Todo el viaje había sido como un verdadero infierno, su ira no solo era por los desengonzados coqueteos que le habían hecho a su pareja, también fueron los constantes ataques de la emperatriz, su egoísmo y caprichos habían vuelto todo mucho más difícil, en especial para su pareja quien recibía el peso de cada una de sus palabras.

Comprendía que estaban trabajando, pero no podía evitar sentir que debía apoyarlo, pero en cada oportunidad Yusei solo sonreía con neutralidad y lo alejaba, como indicándole "este es mi trabajo" por lo tanto "solo has el tuyo" sin contar que en la oportunidad que tenían para decirse algunas palabras eran regañados, frustrándole cada vez más y de cierta forma lastimándolo, no solo era su compañero de trabajo, también su amigo y claramente su pareja.

¿Por qué no podía ayudarlo? ¿Por qué no podía confiar en él?

Desgraciadamente eso no era algo nuevo, Yusei siempre había sido así, reservado con su trabajo, y buscando cargar con todo el peso, como si no confiara en nadie más para hacer sus labores y aunque lo convirtiera en un buen empleado, llegaba ser frustrante para quienes deseaban ayudarlo.

- ¿Debo llamar a un medico para que te revise Jack? – la voz de una dulce niña se alzó deteniendo sus acciones y pensamientos, el rubio se giró para verle con una fingida tranquilidad y armonía – sabes, esa fue una discusión muy fea – mencionó con cierta inocencia, pero la realidad es que los tres hermanos habían sido testigos de todo lo ocurrido y habían decidido separarse para intentar ayudar a la pareja.

Angela tenía mucho cariño por la pareja, aunque se sorprendió de verlos juntos la primera vez, ellos realmente se veían bien, parecían realmente felices, pero a su vez... sabía que cada cierto tiempo parecían pelearse y ahora quizás fuera el peor momento, estaban en Francia muy lejos de casa, no estaba su padre para ayudarlos, solo tenían a la Emperatriz, pero todos sabían que en vez de ayudar posiblemente hiciera que las cosas empeoraran

-Lo siento joven, no debe preocuparse – respondió automáticamente – Lo solucionaremos cuando las cosas se calmen – sintió que era una mentira que deseaba creer con todas sus fuerzas, no era la primera vez que discutían, pero... eso no significaba que fuera más fácil, en realidad, cada vez se volvía más difícil.

- Mmm... ¿te disculparas con él? – preguntó con cierto escepticismo, solo para recibir una mueca como respuesta, ella sabía que había demasiada gente orgullosa a su alrededor y ella misma lo era, por lo cual no esperaba que el mayor bajara la cabeza tan fácil – realmente no sé cómo lograron estar juntos... ¿Acaso fue amor a primera vista? – pregunto con cierta burla, imaginando que aceptar sus sentimientos no hubiera sido fácil.

- ¿Amor a primera vista? – respondió con un bufido sorprendiéndola por completo, y es que Jack solo podía recordar los momentos tan terribles que Yusei le hizo pasar cuando estuvo a prueba en la mansión – muy lejos de la realidad – agregó para ponerse a recordar las primeras interacciones que había tenido con el pelinegro.


- Varios años atrás –


Jack se encontraba bañado de sudor por todo el entrenamiento que había estado sufriendo desde la mañana, el cual se había vuelto su rutina desde que había sido aceptado oficialmente para trabajar en la familia Kaiba, aunque en parte seguía a prueba, para firmar contrato completo necesitaba pasar la supervisión del jefe de seguridad y claro por Yusei Fudo, que estaba encargado de cada empleado de la mansión.

Rompiendo la historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora