Rompiendo la historia.

Modelo - Ángel - Empresario

Atticus Rhodes ha tenido siempre una vida llena de libertades, desde su adolescencia supo que deseaba ser modelo profesional, le encantaba la atención, las alabanzas y su propia belleza, aunque contrario a lo que cualquiera pudiera pensar se esforzaba para cuidarse y mantenerse, intentando por todos los medio siempre verse bien ante los demás, de un momento a otro su imagen se volvió una parte muy importante de él, aunque eso no quitaba que disfrutara los placeres de la vida sin ningún límite.

Durante toda su juventud solo había tenido una única regla "No te enamores eso es para vírgenes"

Atticus no creía en el amor, se imaginó que su falta de fe fue por la vida familiar tan extraña que había tenido, no tuvo una mala infancia, es más, reconocía que junto a su hermana habían sido muy felices, pero lo que había visto y aprendido de la relación entre sus padres fue más que suficiente para confundirlo, por su parte su madre se acostaba con quien quisiera y siempre demostraba una gran seducción, mientras que su padre se hacía la vista gorda y no le daba importancia porque la amaba, fue entonces que llegó a una conclusión.

¿De eso se trataba el amor? No quiero algo tan toxico, prefería mantenerlo lo más alejado que pudiera de sí mismo, prefería solo el placer y la diversión, no había responsabilidad, dolor o angustia, ni tampoco cuerdas que te ataran al sufrimiento ni a esos sentimientos.

Durante mucho tiempo fue así, hasta que finalmente la conoció a ella, Serenity Wheeler, una dama hermosa, dulce y delicada o por lo menos en apariencia, apenas consiguió hablar con ella se encontró con una personalidad activa, curiosa, enérgica y pura, jamás se había conseguido a alguien sin maldad, tan ingenua y deseosa de vivir. Un sentimiento inesperado floreció en Atticus, fue tan profundo increíble y audaz, sin poderlo detener había quedado completamente encantado por ella.

Desgraciadamente las cosas nunca habían sido fáciles para él y esa ocasión no iba hacer la excepción, la persona que amaba era hermana de su mejor amigo, un hombre que consideraba su hermano, la persona que más cuidaba y respetaba, además de haber compartido en más de una ocasión la cama.

¿Por qué el destino tenía que ser así con él? ¿acaso sería por todas las veces que se burló del amor? ¿por meterse con las personas equivocadas? No lo sabía, pero ese amor jamás podrá ser correspondido y él lo sabía.

-Cálmate Joey – pidió al verlo a punto de un ataque de ira – solo le están ofreciendo un poco de bebida a tu hermana – argumentó relajadamente, mientras se colocaba la camisa que se habían quitado para las fotos.

Se encontraban en un estudio para la sesión de fotos de una popular revista de jóvenes adultos, la ropa que usaban sería colocadas en venta para la próxima colección de verano perteneciente a la empresa Cyber Art.

-Mírale como perros, quiero acabar con ellos – gruñó Joey irritado, Atticus realmente no había conocido nunca a alguien tan protector como su amigo, ni él teniendo una hermana era así, es más la relación que tenía con ella era bastante lejana en esos momentos.

- ¿Por qué siempre tienes que ser tan agresivo con las personas que se acercan a tu hermana? – le preguntó con diversión, aunque en el fondo se sentía decepcionado, su amigo jamás permitiría que él se acercara a ella, estaba plenamente seguro de que igual de como hablaba de ellos hablaría de él.

No sabía muy bien la historia, Joey jamás le explicó su pasado, es más, en un principio consideró que el rubio se había metido al mundo del modelaje por un capricho, pero con el tiempo comenzó a conocerlo y se percató que ellos no eran demasiado diferentes, es más, podía reflejarse en él en varias oportunidades y eso los llevo a tener esa confianza y amistad que ahora no se imaginaba estar sin él.