Empresario - Modelo

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Un suspiró salió de los labios de Atticus, se encontraba acostado en la cama con una fuerte migraña, y no tenía nada que ver que se había ahogado en alcohol la noche anterior, eso jamás le pasaba a él. Todo su dolor era producto de la tétrica mañana en la mansión del bastardo de Zane Truesdale, la cual en un intento por huir trato de tirarse por la ventana, pero ¿afortunadamente? el mayordomo en jefe lo detuvo a tiempo y le ayudó a salir sin hacer mayores preguntas, es más, ni siquiera mencionó que se estuviera llevando las ropas del empresario, solo lo sacó sin ser visto por ningún empleado más.

Realmente agradeció no tener que tirarse por la ventana, aunque después de haber tratado de esa forma a su pequeña niña, consideró que sería un buen castigo, no iba a morir con la caída, pero era muy factible que se fracturara algo, lo sabía por experiencia personal ¡Ja! Las ocasiones que ha tenido que escapar de una casa de dos pisos habían sido muchas, era un experto en escapes.

-Necesito levantarme – susurró inquieto. Aun en su mente no podía procesar que había despertado semi desnudo junto a Zane, no porque fuera hombre o porque estuviera semidesnudo, eso era algo que a él frecuente para él, pero ver el rostro de la persona a quien le guardaba cierto grado de rencor no fue agradable y todo fue a peor cuando tuvo que alejar a Angela de esa forma.

Nunca había tratado mal a su precioso ángel, ¿Cómo se había atrevido hacerlo? No lo sabía, solo fue una reacción, había sucumbido a la sensación de pánico que le dio el considerar que la menor se daría cuenta de la situación tan comprometedora que estaba, tenía terror de que ella le mirara con desprecio por estar junto a su padre biológico. Estaba seguro de que Joey apenas se enterara iba a cortarle la cabeza y se lo merecería o eso pensaba.

El sonido de su celular lo hizo girarse, apenas lo había conseguido cargar, así que se imaginó que estaría lleno de mensajes de Joey, pero sorpresa fue la suya cuando descubrió la cantidad de llamadas perdidas de Angela, además de una aterradora cantidad de mensaje de texto, no imaginó que después de tratarla de esa forma, ella tratara de comunicarse con él

"¿¡Atticus!?" "por favor, contéstame" "te juro que no te volveré a contestar" "perdón por molestarte" "no me odies" "yo solo te quería ayudar" "prometo no estorbar" y así seguía el resto de los mensajes, un profundo dolor y culpa lo arrolló por completo, no esperaba aquello, siendo la pequeña tan orgullosa, pensó que ella no quería ni verlo en pintura.

-Es imposible odiarte, eres mi pequeño rayo de luz – susurró tomando su celular y abrazándolo – pero no quiero lastimarte, no quiero se una molestia, mi trabajo de guiarte y cuidarte se acabó, es turno de tu verdadero padre – agregó con un tono de voz derrotado.

Quedó en silencio por un gran rato mientras decidía no contestar las llamadas ni los mensajes, necesitaba a Joey o a alguien para desahogarse, ya que, su primer plan era irse del país, quizás comenzar de nuevo, no era tan joven, pero seguía manteniendo su belleza y tenía algunos contactos que podrían ayudarlo, quizás hasta irse con Astro.

Nunca en sus sueños más retorcidos imaginó que Astro después de todo lo que pasaron lo invitara a irse con él a una agencia de modelaje tan reconocida, realmente pensó que el hombre le odiaba, pero no parecía ser el caso, aunque la conversación que tuvieron en su momento lo irritó lo suficiente como querer cerrarle la boca

"-Serenity era una mujer tonta, vivía en una fantasía – comenzó con un tono de voz amargo mientras bebía de un vaso de vidrio que contenía whisky puro, algo que ambos disfrutaban tomar.

- ¡Ja! ¿Realmente me invitaste a un bar para hablar mal de ella? ¿te volviste loco? – preguntó irritado – o ¿Qué? ¿acaso quieres pelear conmigo? Pensé que si Joey... - decía, pero fue irrumpido por el golpe del baso contra la mesa.

Rompiendo la historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora