Jaden Yuki y Jesse Anderson eran una pareja encantadora de presidente y secretario, ambos trabajaban muy bien en armonía e iban aprendiendo y desarrollándose a la par en ese mundo empresarial, aunque a pesar de su inexperiencia hacían un trabajo destacable y cualquiera que estuviera asociado a Neo Elemental lo sabía, ya que, desde sus inicios ellos habían demostrado un gran potencial construyendo con mucho esfuerzo todo ese imperio, el cual desde hacía un par de años se encontraba muy estable por su integración en el gremio de moda.
- Acaban de llegar los documentos que mandaron de KaibaCorp – mencionó Jesse mientras entraba a la oficina de presidencia, para fijarse que Jaden estaba en su escritorio completamente perdido en los papeles – ¿Jaden...? ¿estás bien? Tienes una expresión que da miedo – mencionó Jesse con cierto tono de humor mientras cerraba la puerta.
-Hay demasiado papeleo – suspiró pesadamente – por mucho que ordene, no puedo acabar con esto rápido... no quiero trabajar más – agregó pegando su frente al escritorio, desde la mañana llevaba trabajando a todo motor, pero había tantas cosas que no parecía acabar nunca.
-... - Jesse le sonrió un poco triste, para caminar hasta su lado – Vamos amor, tu puedes... - le susurró con dulzura para acariciarle la espalda.
-No puedo, ya estoy cansado... - respiró profundamente mientras pensaba en sus socios, quienes siempre parecían tener todo intacto, ellos nunca parecían sufrir con tanto papel ¿Qué carajos hacían? - ¿Por qué no tomas tu la empresa? Quizás... nos fuera mejor de esa forma – agregó considerando que quizás el problema era él.
-No digas tontería – le respondió con una sonrisa divertida – solo estas pasando una crisis, vamos a casa para que descanses y mañana te ayudaré a organizar mejor esto, quizás encontremos una forma de acelerar el proceso, Joey me dio algunos consejos la última vez que vino, quizás debemos intentar implementarlos ahora – argumentó con una voz relajada.
-Mmm... Supongo que podemos, sabes... No es ninguna tontería lo que digo, naturalmente podrías asumir la presidencia – declaró mirándolo mientras inflaba sus mejillas de forma infantil haciendo reír a Jesse casi como diciendo "este hombre nunca cambia" pero no era algo que le molestara en realidad lo hacía amarlo aún más.
Jaden era alguien muy trabajador, al punto de poder motivar e inspirar a otros a hacerlo, siempre parecía tener mucha energía, aunque cada tiempo tenía sus bajones que lo hacían ver adorable, él era tan dulce, cariñoso e infantil cuando buscaba ser mimado, y eso era algo que le encantaba a Jesse, disfrutaba poder estar junto a él.
-Te lo dije hace siete años y te lo repito ahora, te apoyaré en esta locura, haré lo que sea para ayudarte a triunfar, pero ni de broma tomaré el mando – respondió para besar su frente divertido ganándose un puchero por parte del contrario.
-Lo sé, pero... - decía para aprovechar la cercanía y abrazarlo con suavidad – eres mi esposo, es natural que puedas tomar la mitad de la empresa – argumentó relajadamente.
-Cuando nos casamos, decidimos que tu tendrías el control de la empresa y yo de nuestra casa – respondió acariciándole el cabello dulcemente – y te aseguro que yo no quiero compartir ese poder – bromeó consiguiendo sacarle una risa.
-Wooo tantos años y aun así no quieres ceder – respondió a su juego para sonreírle, ocasionando que Jesse solo pudiera pensar en todo lo que habían pasado para llegar hasta ahí.
Para cualquiera sería una sorpresa saber que esta pequeña pareja de jefe – empleados llevaban ya más de siete años de un matrimonio feliz, realmente nadie se imaginaría que llevarían tanto tiempo, algunos podrían imaginar que eran pareja debido a la cercanía que mantenían, pero nadie había podría creer que estaban casados, aunque no sería tan difícil de descubrir si fijaran su vista en sus anillos de bodas que a pesar de no ser iguales hacían un juego.
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Rompiendo la historia.
FanfictionMuchas historias podían pasar al mismo tiempo, solo se debía ver con una lupa para descubrirlas Durante mucho tiempo Yami había sido socio y amigo de Seto Kaiba, y lo había visto conseguir al amor de su vida, aunque el hombre tardó 10 años en descub...