Un trazo, una curva, una línea y finalmente un punto, eso fue lo que necesitó Yugi para acabar con la delicada ilustración que estaba haciendo en su libreta, se quedó admirándola por unos cuantos segundos para sonreír satisfecho y finalmente regresar a ver a Yami nuevamente, el cual estaba totalmente concentrado organizando al personal y no estaba al tanto que estaba siendo visto, mucho menos que estaba siendo modelo para el menor.
En esa oportunidad se encontraban en una pasarela benéfica, en un pequeño evento que había surgido para desviar un poco la atención de KaibaCorp, y Yugi con su equipo habían sido elegidos nuevamente para dar apoyo a Millennium Puzzle, cosa que no le incomodaba, le había tomado cierto gusto trabajar para la empresa, aunque eso no lo influenciaba, su lealtad seguía a su empresa.
-Mmm... Eso no parecen diseños para el desfile – la voz detrás de él lo espantó, ocultó su boceto avergonzado, para escuchar una leve risa – oh vamos, no lo ocultes quiero ver – se burló Atticus para sentarse a su lado mientras sonreía divertido por la expresión del menor, eran afortunados de estar lo suficientemente lejos como para ser mal visto por otros empleados.
Atticus había sido solicitado para participar en ese evento, Joey se lo había sugerido como una muestra para las nuevas generaciones, algo que el mayor no dudó en aceptar, posiblemente porque en el fondo aun deseaba seguir caminando sobre el escenario, pero ya no quería seguir esforzándose para continuar con aquel trabajo.
-Atticus... deja de molestarme – le solicitó para verle desafiante, cosa que no surgía efecto en el mayor, quien se había enfrentado ya a suficientes personas como para que una mirada tan débil como esa le afectara – Te acusaré con Joey... - amenazó con un toque de burla, sabiendo que esa era su debilidad.
-No puedes ser tan cruel – respondió a un divertido – no es mi culpa que estés viendo a faraoncito como si fuera la última coca cola del desierto – agregó disfrutando de la vergüenza del menor, ellos no se podían catalogar como amigos de toda la vida, pero se tenían confianza desde que el rubio los había presentado, así que ninguno tenía miedo de decir su profunda opinión.
-En eso no puede discutirle jefe – fue Akiza quien intervino llegándole por detrás, sobresaltando nuevamente al tricolor – se atraen mutuamente, ¿Por qué no darle una oportunidad? Él ha hecho bastante esfuerzo en tener puntos contigo – y de repente Yugi había sido atacado por las dos personas más impetuosas que conocía.
Se reprimió de responder rápidamente con una negativa, ya que, su mente viajó a las últimas semanas que habían compartido juntos. Yugi se había sentido bien al lado del hombre, ya no necesitaba subir sus defensas y crear una muralla entre ellos, Yami se había comportado mucho más paciente y tranquilo, aunque no detenía sus bromas coquetas, su comportamiento era más respetuoso y considerado, consiguiendo de esa forma tener algunas pequeñas citas, mescladas de trabajo, pero nada demasiado comprometedor y aun así disfrutable.
El sentirse cómodo fue algo que no esperó que sucediera, de pronto en vez de ignorarlo pasó a escribirle muy seguido, a estar durante varias horas antes de irse a dormir hablando de cualquier tema, que podían ser tanto muy profundos como sus pasados, pasiones y deseos a cosas más triviales como los sucesos del día y de la comida que había almorzado o cenado, llegando a conectarse cada vez más.
-No lo sé, me siento cómodo como están las cosas... – se explicó y Akiza le vio algo complicada, sabía que el pasado amoroso de su jefe era mucho más pantanoso de lo que aparentaba, y tenía miedo de hablar sin tener por completo la información en su cabeza, quizás tenía una naturaleza imprudente, pero nunca buscaba herir a sus seres queridos.
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Rompiendo la historia.
FanfictionMuchas historias podían pasar al mismo tiempo, solo se debía ver con una lupa para descubrirlas Durante mucho tiempo Yami había sido socio y amigo de Seto Kaiba, y lo había visto conseguir al amor de su vida, aunque el hombre tardó 10 años en descub...