× 8 × ESA SONRISA

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NARRA ANDREW:

HACE 10 AÑOS

— Hijo mio, no te distraigas, termina tu comida...

— De acuerdo mamá — le hice caso y empecé a comer — hoy.. ¿Papá no comerá con nosotros? Es mi cumpleaños.

— Está ocupado, tal vez mañana te salude..

— Pero mamá, hoy cumplo 17, y mi papá yo me saluda ya 10 años...

Era verdad, mi padre casi nunca me hablaba, era empresario tenia mucho dinero y en algún momento fue un buen padre sin embargo el trabajo le quitaba tiempo para la familia,  siempre tomaba cuando se sentía estresado por el trabajo. Aún así mantenía su empresa en pie.

Entonces él entró. Mi padre camino firmemente por el comedor. El olor a cerveza se olía mucho.

— Padre.... ¿Comerás con nosotros? — le dije

— Que hablas — agarró su plato de comida de la mesa

Se lo iba a llevar, seguro comería en su habitación, no tenia intenciones ni de saludarme, si es que se acordaba.

 — George, hoy es cumpleaños de Andrew... Deberías saludarlo... — musita mamá con lentitud

— NO ES SUFICIENTE CON TODO EL DINERO QUE LES DOY? MUJER.

Grita y se le cae el plato al suelo, eso lo pone aún mas furioso, nos mira con odio.

— El dinero no lo es todo, por una vez en la vida... ¿NO PUEDES SER UN BUEN PADRE? ¡GEORGE!

Mi padre que estaba apuntó de irse, cambió la dirección, volteó. Juraría que su mirada no era la misma de siempre. Era impresionante, temible, el ceño fruncido, el odio implantado en su expresión.

Una de sus manos cogió el tenedor, con tanta furia como un mismísimo demonio. Me miró a mi primero y luego a  mi madre, corrió hacia ella.

Mi padre clavó el tenedor en la mano de mi madre, haciendo que esta se clavara en la mesa. Mamá chilló. Y yo me quedé inmóvil.

— GEORGE!! GEORGE!! SUELTAME!! — gritaba mi madre sin saber que hacer.

— Papá... Dejala, por favor, dejala.... — supliqué entre lamentos.

— A mi nadie me levanta la voz, NADIE.

Su miraba expresaba odio puro, veía como su rostro estaba rojo, con el ceño fruncido, lleno de furia e impotencia.

— ¿Por qué? —  dijo mi madre — por que crees que nadie te puede decir nada pues yo te lo digo.. ¡ERES UN MONSTRUO GEORGE! ¡LO PEOR QUE HAY EN ESTE MUNDO! !NO TE NECESITO!

Mi padre sonrió con arrogancia y triunfo. Nos miró y rió.

— Mujer. Yo no te necesito a ti. Para que lo sepas te llevo engañando ya 7 años. ¿Feliz?

Me quedé en shook. Mi padre... ¿Había estado engañando a mi madre tanto tiempo?

— Pa...¿Como pudiste? SUELTA DE UNA VEZ A MI MADRE!!! Te lo suplico... — insistí.

Quise correr, de verdad quise, pero mis piernas no se movían, mi madre lloraba y yo también, esta era una horrenda pesadilla.

— ¿QUE LA SUELTE? Miren como les hago caso...

Mi padre agarro el cuchillo y lo jaló, con fuerza acuchilló a mi madre en el estómago.

Mi madre solo me miró y me regaló una ultima sonrisa. Antes de cerrar los ojos. Su cuerpo yacía en el suelo sin vida.

Ese demonio.

Corrí a el lugar donde sabía que ese señor guardaba un arma. Pero él me siguió. Incluso cuando subí las escaleras, me siguió con ojos de furia, como un demonio.

Corrí, pensando en mamá. Llegué y vi el lugar, el cajón, lo abrí y agarré el arma.

Voltee.

Apunté.

Y disparé.

Le dio en el medio de su frente. En el medio exacto. Y cayó hacia atrás.

La verdad, me importó muy poco.

Regresé al comedor. Mi madre estaba en el suelo. La vi y lloré allí a su lado, lloré horas e incluso un par de días, no me moví de su lado. No había nadie más en la casa en ese entonces, así que nadie lo notó. 

Pasaron dos días cuando por fin hubo alguien que se dio cuenta que habían dos personas muertos. El olor les delató, llamaron a la policía y me interrogaron, lo conté todo, revisaron mi herida en el abdomen, luego me dieron de comer, comí pero poco, ni siquiera tenía hambre.

En los próximos días solo estuve de luto. No sabia que iba a ser de mi. No tenía ganas de nada, ni de vivir.

Ni sabía quien manejaría la empresa de mi familia. Un socio de mi padre me contactó y me dio su apoyo. Era un novato pero aún así aprovecho el momento, acepté en repartir las acciones de la empresa en la mitad, él ganó y no se molestó en no darme nada, de echo lo hizo, cumplió su palabra.

Nuestra empresa le dio riquezas que no habría podido conseguir antes, así que incluso con la mitad se convirtió en alguien importante, no le importó darme la otra mitad, aunque ni siquiera la utilizaba, él se encargó de todo y yo quedé libre con dinero.

Gracias a él la empresa logró avanzar. Se hizo una gran empresa, pero al ser mi familia la que la inició, yo recibía el 50% de las ganancias.

No me llevaron preso, ya que todo quedó como defensa personal, y todo quedó allí.

Así trascurrió mi vida. Rutinaria.

(...)

Han pasado 10 años desde ese día maldito, mi vida nunca cambió, la gente que me atendía decían que debería ser mas amable, lo era pero mi carácter no era para nada sociable, siempre paraba enojado y aburrido.

Cuando choque con ella y la vi. Un punzón me dio en aquello que llaman corazón. Sus ojos, eran tan brillosos como las estrellas y ella en sí, era hermosa.

Intenté no tratarla mal, pero yo era un torpe.

Jamás trate bien a nadie desde el incidente de mis padres. Sentí de verdad que ya no tenia corazón.

Pero ahora.. ¿Por qué sentía que tenia uno?

¿Por qué la observaba mientras trabajaba? ¿Por qué me sonrojaba cada vez que pensaba que iba a darse cuenta que la estaba viendo?

Tocó mi violín. El que me regaló mi madre. Y mi instinto o el que había creado en estos 10 años hizo que la tratara mal y en eso le hice un corte. En la mano. Ahí donde mi padre. Clavó con el cuchillo a mi madre. 

Me desesperé. ¿Como no? Yo estaba lastimando a alguien...Pero en cambio ella no se enfadó y solo me dedicó una sonrisa.

Y esa sonrisa hizo que algo que estaba dentro de mi pecho se alegrara. Esa sonrisa hizo que mi mundo se iluminara.

INFIEL TÚ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora