INFIEL TÚ ✔

× 16 × PAPÁ

NARRA ELIZABETH:

Caminé y corrí sin rumbo. Por las calles de esa ciudad.

No me ubicaba. Esta ciudad no era la mía.

Y lo peor. No era una ciudad muy habitada. Era una ciudad solitaria. No sabia el motivo. Pero me intrigaba. Las pocas personas que logré ver estaban sucias y comían en la calle y así.

Las casas tenían un aspecto antiguo. Y había una gran catedral a lo lejos.

Catedral. Alta y grande.

Me ubiqué.

Agradecí al cielo por haberme permitido venir a este lugar horas antes de que me secuestraran.

Porque sino, no sabría donde estaba.

La catedral a la que me había llevado Andrew estaba muy lejos aun y solo se podía ver la parte mas alta.

Camine en esa dirección.

Cuando de pronto. Alguien sostuvo mi mano.

Era un chico. Cabello negro desordenado y piel blanca pero sucia. Ropa holgada vieja. Sus facciones eran lindas y no pasaba de los 30 años.

Yo le ponía unos 27 o 28.

— Eres tal y como el lo dijo — susurró.

— ¿Que? ¿Que hablas? — no entendía a que se refería pero el tampoco parecía querer explicarme.

— Elizabeth Travish. Eres tú — me extrañé. ¿Como sabia mi nombre completo?  — tu ropa costosa, tu cabello negro, y tu rostro es el mismo.

— ¿Como sabes mi nombre? — no me respondió.

Dejó de hablar 

— Pero y ¿él? Me dijo que vendrías con el... — pensó un instante — oh, vaya, no salió como esperaba.

— ¿me podrías explicar? Por favor — pedí.

— James Travish, tu padre — me sorprendí pero solo asentí — vivió conmigo.

Él retrocedió unos pasos y se sentó en la vereda con los pies a la pista. Yo lo seguí.

— ¿Vivió contigo?

— Cuando tu padre llegó a estos sitios. Había problemas aquí, o eso me contaron luego, el motivo por el que no hay mucha gente aquí es por las bandas. Hay delincuentes y asesinos por todos lados. Secuestradores. De todo tipo. La gente huyó. Pero los pobres nos quedamos aquí. Cuando tu padre llego aquí yo apenas tenia 7 años y vivía con mi madre. Ella estaba enferma.

— Mmm — dije ya imaginaba lo que paso después.

— Mi madre y tu padre se hicieron muy buenos amigos, aunque él trabajaba con una de las bandas, seguía siendo amable y bueno con los pobres de aquí. Cuando cumplí 14 años, ella murió. Tu padre le juró encargarse de mi y eso hizo.

— Vaya.. — sonreí y recordé lo bueno que había sido desde siempre.

— Aunque no era mi familia lo apreciaba mucho. Un día regresaba temprano de... Bueno robar comida. Y lo ví. Estaba llorando desconsoladamente y se tapaba el rostro con las manos. Él no me podía ver, pero yo lo oía. Lloraba diciendo "Erika.. Erika.. ¿Por qué?" y repetía esa frase muchas veces.

— Mamá.. — él aun seguía sufriendo por ella.

— Si, era tu madre por quien lloraba, lo supe porque me acerqué y el se dio cuenta, intento disimular pero no pudo. Le dije que no importaba. Que siguiera llorando. El siguió y me contó todo, me dijo como amaba a su esposa, como le dolía que ella lo hubiera engañado. Me contó que tenia una hija. Que la extrañaba. Pero que era demasiado tarde para volver. Que él ya no pertenecía a la vida de ambas. Lloró así por horas.

— Papá, yo.. Lo juzgué por tantos años — empecé a llorar también, sólo me caían lágrimas por las mejillas.

— Luego de eso, él empezó a buscarte, te busco años, y cuando cumplí los 18. Te encontró. Eso fue hace como 10 años. Regreso feliz conmigo. Dijo que ustedes ya no vivían en su anterior casa. Que tenían una nueva y al parecer no te faltaba nada. Estaba feliz porque estaban bien. Iba tres veces por semana a verte. Aunque no lo notaras. Te tomaba fotos incluso. De esa manera te reconocí.

— Nunca me di cuenta — dije.

— Él tenia colecciones de fotos tuyas, las colgaba en la pared. Un día me dijo que te vio yendo mudándote a otra casa. Tu sola. Sin tu madre. Que te habías casado y ibas a vivir con tu esposo. Él estaba feliz. Porque lo había seguido antes y vio lo bien que te trataba.

— Me trataba bien.. — dije sonriendo amargamente.

— Estaba seguro de que ambos se querían y que no habría ninguna infidelidad como la hubo en su relación de él.

— Siempre estaba cerca y nunca lo note.

— Ese era el punto. Las cosas en la banda se volvieron mas cansadas. Empezó a visitarte una vez por mes pero nunca te encontraba ya.

— No salia de mi casa — dije.

— Hace poco vino a decirme que tenían una nueva tarea. Era un secuestro. Y me dijo que era a ti. El estaba nervioso y asustado. Pero aseguró armar un plan. Ayer fue la ultima vez que lo vi -- dio una sonrisa triste de boca cerrada.

Ahora le conté yo. Como me había ayudado. Y como el sujeto había apuntado a su cien y el sonido de la bala se escuchó. Como su cuerpo cayó.

Él soltó una lágrima y una sonrisa nostálgica.

— Él quería que te liberes de esto y yo te ayudaré. Elizabeth.

Sonreí.

— Gracias tú eres....

— Marco Owert. No te preocupes. Llegarás a casa a salvo.

Sonreí. Aunque la verdad no estaba segura de querer llegar a mi casa.

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Volví. Osy.

Se les quiere un bueennnn..

Hasta luego 💜💜

No olviden su hermoso voto 

GRACIAS¡¡