× 14 × FLASHBACK

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ELIZABETH:

La oscuridad nublaba mi vista. Estaba segura de tener los ojos abiertos pero aún así no veía absolutamente nada.

Me había despertado hace no mucho, estaba recostado sobre al parecer un colchón muy duro.

¿Era la cárcel?

Porque de verdad parecía colchón de cemento. Aunque obviamente no era la cárcel. Se sentía así.

Tenia mis manos atadas, y ligeramente todo mi cuerpo estaba atado con esa *disquecama* y no podía moverme absolutamente NADA.

Mis sentidos se alertaron cuando escuché una voz proveniente de afuera de donde estaba.

Y esa voz la conocía tanto.

La puerta se abrió y un rayo de luz llego hacia mis ojos y me ardieron, tal vez porque había estado horas viendo negro.

La persona llegó y se sentó a mi lado, su rostro estaba mas demacrado, tenia arrugas por todas partes y su cabello era blanco.

— Hija... Eli...

Me miró con amor y cariño, ese cariño que habría querido recibir antes, ese cariño que se fue sin decir nada.

Mi padre estaba ahí, luego de casi 20 años. La ultima vez que lo vi, apenas cumplía los seis.

— Elizabeth....

Se acercó y una de su manos toco mi rostro acariciándome, me moví reusándome a su afecto. No lo necesitaba. No ahora.

— Sé que estas molesta conmigo, pero yo... Te extraño hija mía.

— ¿Me extrañas? ¿Soy tu hija? ¿En serio? Tu me dejaste tanto tiempo y me dices así.

— Yo no te dejé. Hubo razones....

Se intentaba excusar pero no lo permitiría, yo sabia toda la historia.

— Cualquier razón que hubiera podida haber para que te fueras... No justifica nada. Tú.. Me abandonaste y aunque hubiera una razón, tuviste casi 20 años para volver!! Mi madre se ocupó de mi sola. Mientras tú tenias otra familia. Mientras tú vivías una vida feliz.

El fruncio el ceño.

— Yo no tengo otra familia.

— ¿Que?

— Ya hablaste. Me toca a mi contarte la historia. Y la real.

No entendía a que se refería. Pero comenzó a hablar.

FLASHBACK (Padre de Elizabeth)

— Respira Erika!! Respira Amor Mio!! — le daba ánimos. Tenia que poder.

— James... No puedo... — No tenia que rendirse. No mi esposa. No.

— Puja!!!!!!

Y ella con todas sus fuerzas y con ayuda de aquellos doctores que hacían su mejor trabajo logró escuchar el llanto de un bebé.

Y sonrió. Ambos lo hicimos.

Vimos a la bebé unos segundos y nos llenamos de felicidad, antes de que los enfermeros se llevaran a la bebé para cuidarla.

Mi amor estaba agotada y yo también. Ambos habíamos esperado tanto para ese momento.

Nuestra hija.

— Erika.. Prometeme que la cuidaremos, hasta que crezca, hasta que nos salgan arrugas y no podamos ni caminar, hasta nuestro ultimo aliento.

— James... Lo prometo.

— TU, ERIKA, ERES EL AMOR DE MI VIDA.

Eso le dije. Y eso decía mi corazón.

(...)

La bebé creció y la llamamos Elizabeth. Viviamos tan felices que era raro que algo malo pasara entre nosotros. Solo teníamos un problema: el dinero.

— Eli, cariño, voy a ir a comprar a la tienda ¿de acuerdo? — le dije a mi hija.

— Pero papá, estas enfermo y no tenemos dinero para comprar nada ahora...

— Hija estas hambrienta, iré a comprar con algo de dinero que nos queda... Lamento haber enfermado, sino estaría trabajando...

— Papá no lamentes nada, mamá esta trabajando ahora ¿no? Tendremos dinero y cuando te recuperes estaremos mejor...

— Me esperas aquí Eli — dije y salí de casa.

Caminaba cansado hacia el supermercado, cuando alguien habló conmigo.

— Señor James, un gusto en conocerlo — era una señora muy bella — perdone que lo moleste, pero usted y yo debemos hablar, tengo algo que le puede interesar.

Habló muy confiada y con una sonrisa de oreja a oreja.

Asentí. Y caminamos hasta llegar a un restaurante.

— Mire esto — me dijo y me extendió su celular.

Había alto tan macabro en su expresión que me daban escalofríos.

Agarre el celular y mire hacia la pantalla.

¿QUE DIABLOS?

Debía haber una explicación del porque mi esposa estaba aquí, besándose con un sujeto al que no había visto en mi vida en una casa lujosa.

— ¿Que es esto? — le pregunte a la señora.

— Su esposa, señor se ha metido con mi esposo. Arruinando mi familia. Es una cualquiera...

-- NO SE ATREVA A HABLARLE ASÍ!

No creía nada. Debía ser fotomontaje. O algo. Esto no era real.

— Pase la imagen señor, mire la siguiente...

Hice lo que me dijo.

Reí. No podía ser verdad. Estaban en la cama. Esos dos. Esos malditos.

Yo... Yo enloquecí, ella era el amor de mi vida. ¿Como pudo?

Sin decir nada me levanté de mi asiento. Mi familia... Mi perfecta familia habían estado sumida en engaños por esa mujer a la que quise llamar el amor de mi vida. Reí. Reí.

— Ambos son traicioneron, señor. Sé que no esta bien ahora. Usted tiene una hija y yo también.

Estaba furioso. Mis puños querían golpear algo. Y no solo eso mi cabeza estaba vuelta loca. Tanto tiempo... Me engaño. Me... Engaño.

— Me iré ahora señor, el hombre con el que se acuesta su esposa se llama Enrique Morgan. Solo eso tenia que decir.

Enrique... Morgan. Lo mataré.

FIN DEL FLASHBACK

Sigan leyendooooo....

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