× 31 × ELECCIÓN

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ELIZABETH:

Por favor.... No.

De verdad no.

No lo hagas. Thomas.

Me sentía aflijida y desesperada. Me dolía y me asustaba. ¿Por qué?

— Lo esta haciendo a propósito, no te lo creas, Eli.

— ¡Cállate! — grité — Esta a punto de... ¿Como puede ser a propósito?

Andrew intentó acercarse a mi pero lo empujé. ¿Cómo podía asegurar que era una farza? ¿Como?

— ¡¡¡THOMAS!! por favor... ¡NO SALTES POR FAVOR!

Habían pasado semanas de la ultima vez que lo vi en el parque con rosas, adornos y carteles.
Hoy la situación era diferente.

Él estaba en la cima. El ultimo piso de un edificio hotel. La terraza de este. Parado en el borde. Si el viento lo traicionaba. Él...

Maldita sea. Maldita sea.

Cinco minutos antes me habían enviado un mensaje. "Sin ti no puedo vivir, sin ti ya no tengo porqué vivir"

Me sentía tan culpable. Esto era tan doloroso. Era un imbécil de mierda pero aun así lo había querido y que... Por mi culpa...

— Te esta manipulando con esto... Eli... Por favor escúchame.

— No creo que sea capaz de bromear con esto... — respondí.

— Tranquila.... Eli...

Me envolvió en una abrazo acogedor y reconfortante. Se lo agradecí, me tranquilizaba que esté cerca de mí, pero no era suficiente, mi cuerpo temblaba de miedo, lo único que hicimos fue seguir mirando arriba.

— Si salta... ¿Seria mi culpa no? — me sentía terrible, completamente mal.

— No. No, no es tu culpa. Si podemos. Lo salvaremos — sus palabras eran tranquilizadoras pero aún así tenia miedo — vamos.

Me sujetó de la mano y me hizo entrar al edificio, subimos al ascensor. Piso final. Abrimos la puerta y...

Allí estaba. Parado encima en el filo del muro. Volteo cuando nos vio y dio una sonrisa de lado.

— Aquí estas Elizabeth...

Su tono era diferente. Raro. Doloroso. Escalofriante. Y lo note.

En su brazo tenia marcas. Marcas de cicatrices que no hace mucho están allí. ¿Se había cortado?

— Thomas, hablemos, pero baja de allí — hablé firme sin que se notara mi desesperación.

Su expresión era tan suplicante y adolorida que me rasgaba el corazón, incluso algunas vagas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, ¿Cómo terminamos así?

— Me voy a matar — continuó — Aquí mismo — su voz era tan trágica — Por ti.

Esas palabras me desequilibraron. Yo.. No quería ser causante de un suicidio. No quería que esto terminara así.

— Esposa mía — hablo de nuevo — ¿También notaste mi voz no? ¿Mis cortes? Si. Estoy loco. Por ti. Me corté. Por ti. Todo por ti.

— Cállate imbecil — soltó Andrew.

Ambos se miraron y podría asegurar que la tensión del aire de triplicó.

Thomas lo ignoró — Solo me falta dar un pequeño paso, y cargaras con la culpa de mi muerte toda tu vida. Te atormentaré. Elizabeth.

Sus palabras hicieron eco en mi mente. ¿Iba a matarse de verdad? ¿Ahora? ¿Por mi culpa?

— Thomas no lo hagas.. — murmuré lo suficiente fuerte como para que me oyera.

— No lo haré solo si vuelves conmigo — soltó.

Mire a Andrew que lo fulminaba con la mirada. Y Thomas sonreía como un demente.

Andrew bufó — Cabrón... Eres un cobarde por querer manipularla así...

— ¡Tu Cállate! Ella solo te usa para olvidarme. Aquí no pintas — agregó Thomas — Largo.

Mi mente daba vuelvas. ¿Que mierda iba a hacer?

— Eli... Vuelve conmigo o me mato. Aquí mismo.

Maldita sea. No quería que muriera..

— ¿Sabes que? — habló Andrew — Matate de una buena vez.

Thomas lo ignoró y no movió su mirada de mi. Observante.

— Solo me puedo matar... ¿No hay diferencia no? Son días de agonía... Pensando en que podría hacer para recupérate... ¿Y que podía hacer? Nada. Nada.

Sus palabras se habían convertido en llantos desesperados. Su expresión era dolor y sufrimiento y eso me dolía horriblemente a mi.

— Sé que la cagué pero ¡Me di cuenta! Tarde... Pero me di cuenta. De que eres el amor de mi vida y sin ti no hay vida — sólo oía agonía.

— Deja de ser tan tóxico ¡Maldita sea! — solté en furia.

— Alisson arruinó mi carrera... Ahora todos me ven y me desprecian... Me humillan... No tengo nada ni a nadie aquí... Estoy solo...

Comprendí algo. Su dolor. Estaba solo. Sin mi. Y eso me ardía en el pecho. ¡Era tan culpable yo!

— Elige — Exigió — ¿Él? — miro a Andrew y lo señaló — ¿o yo?

En otro ambiente la decisión hubiese sido obvia. En este ambiente no. En este momento una mala decisión contaba una vida.

Lo decidí por el bien de todos...

Y no me juzguen por eso...

Lo decidí porque...

Tenia una razón en especial...

— Andrew. Por que no puedo elegirte a ti y prometerte algo que se que no podré cumplir.

Y saltó.

Y grité.

Y lloré.

Pero mi elección me abrazó.

INFIEL TÚ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora