❭❭ Soportándote por un mes. ⃔ 💐

02 | El poder de la persuasión.

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Ya eran las siete y media de la mañana. Seokjin se dejó caer agotado en su sofá, tener que llevar a un Hoseok que no sabía la cantidad de dedos que tenía en la mano hasta su casa no era tarea fácil. Se levantó y comenzó a subir las escaleras con suavidad al recordar que Jungkook aún dormía en su cuarto con la toalla enrollada en la cintura. Dentro de media hora debía de ir a trabajar y él seguía ahí.
Lo sacudió un poco, pero nada.

ーMaldito dormilón ーmasculló mientras intentaba despertarloー. ¡Abre los ojos! ーdio pequeñas palmadas en sus mofletes.

Se quedó sentado a su lado, contemplando lo ajeno que era al mundo y sonrió mientras su manos dejaban pequeñas caricias sobre los pelos castaños de su amigo. Si bien solo lo conocía hace unos meses atrás, al comienzo del año,  su relación no perdía valor. Jungkook reconocía y admiraba la calidad de trabajo de Seokjin desde que iba a secundaria. Así que cuando la universidad le encargó a al estudiante la tarea de buscar un fotógrafo para un par de sesiones de comienzo de año no dudó en ir en busca del rubio. Si bien el mayor no realizaba esa clase de trabajos solo aceptó por Jungkook. El resto podría describirlo como una persona fría, desinteresada e incluso arrogante cuando se trataba de sus coqueteos, pero resultó ser todo lo contrario. Jeon se preocupaba muchísimo por las personas a su alrededor y buscaba la forma de ayudarlos en lo que pudiera.

Intentó despertarlo otra vez con el mismo resultado negativo que las veces anteriores.

Suspiró rendido. Si algo lo caracterizaba a Jungkook era su sueño pesado.

El reloj avanzaba, ya no había tiempo que perder. Decidió que lo dejaría dormir, después de todo era sábado y el castaño no tenía que asistir a clases ese día. Le envió un mensaje pidiéndole que cuando se levantara le llevara sus llaves a la oficina.

***

ー¡Llegaré tarde, llegaré tarde! ーse levantó de un salto al ver la hora en su reloj apenas este comenzó a sacudirse para despertarlo. Eran las nueve, tenía su cita con el fotógrafo hace una horaー. ¡Namjoon! ¿Por qué no me despertaste? ¿Namjoon...?

Su seño se frunció al encontrar el otro lado de la cama vacío. Él ya se había ido, ¡y no lo despertó!

Se vistió, se higienizó y arregló su cabello lo más rápido que pudo. Luego de cerciorarse de cerrar su departamento, salió muy apresurado por el pasillo, no debía perder más tiempo. No podía ser que llegara tan tarde, ¡le habían dado esa cita hace tres meses! Se suponía que ayudaría a Taehyung cuanto antes y luego volvería a Daegu. ¿Cómo lo haría sin fotógrafo? Y no es como si tuvieran más opciones. Namjoon era todo un quisquilloso en cuanto a eso. Era la clase de persona que creía que si ibas a hacer algo, debías hacerlo bien, si no ¿para qué lo hacías?

Todas sus preocupaciones se dispersaron cuando al chocar con alguien, terminó cayendo al piso.

ー¡Ten más cuidado! ーuna voz masculina exclamó entre molesta y preocupada.

ー¡Lo siento mucho! ーse apresuró a disculparseー. No era mi intención.

Sus ojos se abrieron en grande al descubir que a quien había chocado era el chico castaño de lindas facciones que le abrió la puerta en toalla.

Al mismo tiempo, Jungkook también lo reconoció. Ahora que no llevaba la caja se veía un poco más alto, pero le faltaban algunos centímetros para llegar a su altura. Cuando le abrió la puerta el día anterior no se había molestado en observarlo bien. Y ahora que lo hacía no podía apartarle la mirada.

ーOh, no te preocupes, yo también estaba un poco distraído ーen sus labios se formó una sonrisa coqueta y le extendió la mano para ayudarlo a levantarseー. ¿Por qué ibas tan apresurado?