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Sería como una segunda parte del anterior one-shot. Disfrútenlo.
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Esto de ser sirvienta de él dios de la destrucción Vermoud no es tan malo, creí que por ser un dios me trataría como basura pero es todo lo contrario, ¡Me trata aún mejor que Bills!
Como Goku dijo, en estos 6 meses que eh convivido con Vermoud y Marcarita me ah estado visitando frecuentemente con algunas delicias traídas de la tierra que obviamente tenía que compartir con Vermoud y Marcarita.
Un día común iba caminando por los pasillos dirigiéndome hacia el enorme jardín que tenían cuando a lo lejos logre ver la silueta de Jiren, Toppo y Dyspo. Me acerque lo más rápido que pude hacia ellos logrando alcanzarlos y saludándolos. En este poco tiempo que los vengo ayudando me eh hecho amiga de aquellos tres, aunque Jiren siempre es tan frío como siempre.
-Hola chicos, que gusto verlos. -dije terminando de recuperar el aire. -¿Tienen otra misión?
-Así es pero en esta ocasión no necesitamos tu ayuda. -dijo Jiren.
-Oh, bueno espero que todo salga bien. Suerte. -sonreí.
(...)
-Oye ___, iremos a destruir planetas, cuando regresemos quiero la comida lista. -aviso el payaso.
-Por supuesto señor Vermoud. -sonreí y al instante ambos desaparecieron.
No era la primera vez que me quedaba sola en aquel planeta gigante y oscuro, ya estaba algo acostumbrada aunque igual intimidaba un poco. Dejé de pensar en esas cosas y camine hacia la cocina empezando a cocinar algo delicioso para Vermoud y Marcarita. No tarde demasiado y cuando menos me lo espere ya había terminado dejando todo listo para cuando ambos llegasen.
Me disponia a ir hacia mi habitación para tomar una siesta pero tocaron la puerta muy bruscamente. Dude en si ir o no pero la curiosidad me mató y camine hacia la puerta, la abrí y sin que me dejaran reaccionar cubrieron mi boca y acercaron algo muy afilado a mi cuello, tres tipos con máscaras entraron. Por defensa personal le di un codazo en el pecho logrando que me soltase y salir corriendo hacia la cocina escuchando los pasos apresurados siguiendome, una vez llegue intente cerrar la puerta pero fue inútil ya que uno de ellos la había derribado de una patada. Tomé todo lo que encontré empezando a lanzarlo pero nada resultaba hasta que me tomaron del cabello y golpearon mi cabeza contra el piso dejándome inconsciente.
