-¿¡Que dijiste maldita!? -grito Black tratando de intimidarla.
-¿¡Pueden callarse los dos!? -grito Zamasu.
La fémina se cruzó de brazos molesta.
Ella vivía feliz mente con su familia y junto a su mejor amigo Son Goku el cual lo conoció en un torneo de artes marciales cuando el era pequeño y desde ese momento ambos entrenaban a diario logrando ser una experta en las artes marciales. Después de enterarse que su mejor amigo había "muerto" juro vengarse de aquel tipo, tardo mucho en encontrarlo pero su sorpresa fue mayor al ver su apariencia.
Era su mejor amigo solo que en su mirada se notaba maldad y asco cuando la miraba.
-¿Goku? -preguntó sorprendida.
El sólo empezó a reír.
-Eres una estúpida, mortal. -contestó el.
Definitivamente no era su mejor amigo.
-¿¡Quién eres tú!? -preguntó en posición de pelea.
-¿En serio piensas desafiar a un dios? Eres más idiota de lo que creí. -me lanzó una ráfaga de ki lanzandome contra un edificio casi destruido.
Empezó a volar hacia mí a toda velocidad pero cuando estuvo a punto de matarme el hijo de Vegeta apareció llevándome lejos de allí. Un vez en la Corporación Cápsula Bulma me abrazo y empeze a llorar en su hombro, ella me entendía, ya que ella también había sido la mejor amiga de Goku y le dolía el escuchar que había muerto.
Así pasaron algunos meses, me fui volviendo más fuerte controlando mi ki y volar más rápido. Trunks, Mai y yo fuimos a intentar detenerlo pero no funcionó, le lanzaron un ataque directamente hacia ella y ninguno de los dos pudimos hacer algo para ayudarla, era demasiado fuerte. Por suerte Bulma ya había creado más gasolina para la máquina del tiempo ahora sólo faltaba llegar al otro laboratorio para viajar al pasado.
Los tres salimos pero nos atacaron de la nada, aquel monstruo tomó de la bata a Bulma y la pulvorizo, Trunks trato de ir a matarlo pero lo frene y lo lleve al laboratorio. Salí de allí y empeze a atacarlo para ganar algo de tiempo cosa que logre haciendo que el saiyajin escapara exitosamente mientras caía desmayada.
Cuando desperté note que estaba en una habitación y en una esquina del cuarto había un tipo verde con cabello blanco.
-Veo que despertaste, ___. -dijo sereno - Me llamo Zamasu.
-Soy ___... -dijo desconfiada.
-Seré directo, te traje aquí con la intención de llevar a cabo mi plan "cero humanos" y quiero que nos ayudes ya que en este poco tiempo logré ver el gran potencial que tienes para ser una simple mortal. -propuso.
¿En serio esta proponiendome eliminar a mi propia raza?
-Mira Zamasu, no quiero ser irrespetuosa pero me niego a hacerlo, ¿Me estas pidiendo acabar con toda mi raza? -
-Tu raza, solo ocasiona problemas desde que apareció, destruyen la hermosa naturaleza y se matan entre ellos. -dijo con repulsión.
Me negué rotundamente a colaborar así que el decidió que serias de gran ayuda para las labores de la casa y si no lo hacías amenazó con matarte así que no tuviste más opción que aceptar.
-Black, ella se quedará aquí y hará las labores mientras ambos estemos fuera. No quiero escuchar quejas. -Zamasu miró a Black de forma amenazante y él sólo bufo molesto.
La fémina salió de esa cabaña volando entre el oscuro y frondoso bosque que se encontraba cerca empezando a entrenar.
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-Oye mortal, mi habitación necesita una limpieza. -sonrió Black.
Ya han pasado unos meses y ahora Black, aparte de odiarla un poco, se burlaba de ella molestándola. Aunque el saiyajin sabía que no era por eso, hace un tiempo un sentimiento empezó a crecer en su podrido corazón pero se negaba a creer que sintiera eso por una mortal.
La fémina soltó un suspiro controlando sus ganas de golpearlo y camino hacia el interior de la habitación en la cual el saiyajin se encontraba acostado en la cama. Ella entro sin mirarlo y empezó a limpiar una mesita pequeña que se encontraba delante de su cama, la cuestión es que, ella está usando un vestido corto hasta los muslos y no se quería inclinar ya que sentía la mirada del saiyajin sobre ella.
-¿No piensas cumplir tu tarea en esta casa, mortal? -preguntó burlon.
Ella se sonrojo.
-Necesito privacidad para limpiar, así que ¿puede irse? -preguntó dándole la espalda.
El saiyajin se levantó y camino hacia ella inclinándose sobre su cuerpo empezando a morder su oreja y cuello logrando que la fémina se estremesca. Segundos después se separó y salió de la habitación dejando a la chica sonrojada y nerviosa. Se sentó en su cama tratando de procesar lo que acaba de pasar mientras trataba de regular su respiración tan agitada.
No sabía si ese sentimiento apareció por que se parecía físicamente a su mejor amigo o por la actitud que él saiyajin tenía.
Pero por más que aquel saiyajin le atraiga físicamente no perdonaría que haya matado a su mejor amigo, vengaria su muerte sea como sea y su próxima víctima en pagar su muerte.
Será aquel saiyajin.
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